Las audiencias de juicio oral que iniciarán el lunes 3 de julio de 2023 ante el Juez del Tribunal Unitario de Enjuiciamiento Penal con sede en Tlapa, Guerrero, preocupa a la familia el desarrollo de estos juicios porque considera que el poder judicial ha sido timorato en el caso de Arnulfo Cerón Soriano, defensor de derechos humanos. Ha podido más el poder económico y político de una de las personas señaladas como autor intelectual de la desaparición y asesinato del defensor.
El año pasado el juez de control, como consecuencia de un amparo, en una audiencia modificó la medida cautelar de prisión preventiva, con el argumento de que el autor intelectual se encontraba en un estado de salud muy delicada. Sin embargo, fue una maniobra para salir de la cárcel y encaminarse a la contienda electoral. Su proceso jurídico lo está enfrentando en libertad, una medida que consiste en ir a firmar cada ocho días al reclusorio. Lo inaudito es que de manera constante hace viajes a Chilpancingo, Ciudad de México y otros lugares bajo el consentimiento de la unidad de medidas cautelares, poniendo en riesgo a los testigos, al proceso y a las víctimas.
Ante estos juicios que se llevarán a cabo en los siguientes días, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y el Frente Popular de la Montaña denuncian y hacen un llamado al poder judicial para que se conduzca con imparcialidad, con independencia en sus determinaciones y no sean motivaciones de otra índole las que influyan en el proceso más que la justicia en el caso del defensor.
Vidulfo Rosales Sierra, abogado de Tlachinollan, señaló que este 26 de junio se tenía programada la primera audiencia de juicio oral a las cuatro de la tarde contra la persona que está señalada como autor intelectual de la desaparición y asesinato del defensor, mientras que otra estaba programada a las 12 del día contra cuatro autores materiales, dos más estarían pendientes porque están en la etapa intermedia. No obstante, las dos audiencias fueron diferidas y se reanudan en los próximo lunes 3 de julio. En la calendarización que hay los juicios estarán terminando a mediados de julio.
Desde el 11 de octubre de 2019 se abrieron líneas de investigación para detener a los responsables, consiguiendo la detención de seis personas señaladas como autores materiales y una persona como autor intelectual. Estas detenciones menguaron la violencia en Tlapa, los asesinatos y las desapariciones disminuyeron bastante. La esperanza de algunas familias volvió porque podían buscar a sus seres queridos en los cerros y en las hondas barrancas. La poca tranquilidad se fue esfumando con los días, pero el año pasado cuando el autor intelectual empezó a caminar por las calles el temor volvió a surgir porque se intensificaron las desapariciones y los asesinatos. De diciembre de 2022 a la fecha los periódicos locales han dado cuenta de al menos 6 desapariciones de mujeres.
Arnulfo Cerón Soriano fue desaparecido y asesinado en un contexto de alta violencia. Las calles de Tlapa se convirtieron en escenarios sangrientos, en las banquetas yacían los cuerpos y los desaparecidos en las fosas clandestinas.
Los defensores de derechos humanos peligraban, pero Arnulfo permaneció firme defendiendo a las familias indígenas, comunidades y comerciantes. Es importante recordar que desde que era estudiante se dio cuenta de la imperiosa necesidad que tenían los pueblos de la Montaña. Cuando estudió en la escuela de derecho, en la Universidad Autónoma de Guerrero, sintió el compromiso de defender y acompañar a la población indígena. Al terminar sus estudios se fue a Metlatonoc y posteriormente llegó a Tlapa como litigante. Pasaron unos años y de manera directa se integró al movimiento social. Con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014 fue parte de la conformación del Movimiento Popular Guerrerense (MPG). Las represiones se vinieron encima y junto con otros de sus compañeros decidieron conformar el Frente Popular de la Montaña (FPM) que tuvo como propósito ser una organización gestora y promotora de los derechos humanos.
En la Montaña era la única organización social que se manifestaba con marchas y bloqueando carreteras por demandas de proyectos para el campo, infraestructuras para escuelas y centros de salud de colonias y comunidades de la región. Las fricciones con el ayuntamiento municipal de Tlapa en el trienio pasado fueron escalando con amenazas contra el defensor Arnulfo, pero persistió en su lucha de exigencia de obras para las comunidades, de transparencia en el ejercicio de los recursos municipales y el acompañamiento a los comerciantes. La confrontación se elevó con los días y lamentablemente el 11 de octubre del 2019 fue desaparecido. Durante 40 días hubo intensas búsquedas y finalmente fue encontrado el 20 de noviembre del 2019 tres metros bajo tierra en una fosa clandestina, en el lugar conocido como Tres Postes.
Arnulfo Cerón Soriano fue un defensor que contribuyó a la democratización del estado de Guerrero, al debate político, a la defensa de los derechos humanos, a hacer accesible el derecho a la salud y a la educación de las niñas y niños en las comunidades indígenas. También luchó por la libertad de los presos políticos, por la justicia, por la presentación con vida de los 43 y otros desaparecidos. Su lucha fue con todo el corazón y con la frente en alto por los derechos económicos y sociales de la población más desfavorecida. Su grito estridente fue silenciado con su muerte. Es increíble que lo hayan acallado de esa manera, asesinándolo. Cuando fue encontrado tenía huellas de tortura, una venda y una bolsa de plástico rodeaba su cabeza.
Tomando en cuenta estos cruentos hechos de violencia el poder judicial no puede permanecer indiferente ante el contexto y la desaparición de Arnulfo Cerón Soriano. Lo preocupante es que el poder ejecutivo también haga acuerdos políticos con las personas implicadas en delitos tan graves como desaparición forzada y el asesinato del defensor, y que sea la política la que impere. Al parecer, las autoridades han sucumbido ante intereses económicos y el poder que tienen algunos personajes siniestros en la vida cotidiana para influir en las decisiones de los juicios en favor de la impunidad y no de la justicia. Se espera que los juicios se desarrollen con imparcialidad y sin más motivaciones que la justicia.