Este domingo 16 de abril de 2023, en una asamblea en la cabecera municipal de Tlacoapa, en la región de la Montaña de Guerrero, más de 200 personas denunciaron al presidente municipal, Amado Basurto Gálvez, por falsificar firmas y usurpación de identidad con el fin de justificar un millón 781 mil 485 pesos destinados para “la mano de obra barata” en la carretera artesanal. Además, más de 300 asambleístas denunciaron falta de transparencia, obras fantasmas en el municipio, desvíos de recursos y acoso sexual en el ayuntamiento.
Eran las 10 de la mañana cuando empezó la asamblea con una asistencia de más de 300 personas en la cancha techada “Comandante Donato Ramírez Gálvez». De 54 autoridades comunitarias que tiene el municipio de Tlacoapa, 46 comisarios, comisariados de bienes ejidales y comunales, delegados y representantes de colonias estuvieron presentes. Las figuras más importantes en un conflicto interno que tiene el ayuntamiento de Tlacoapa, la síndica municipal, Carolina Cantú Morales, y el presidente municipal, Amado Basurto Gálvez, fueron los protagonistas visibles de la asamblea. También acompañaron integrantes del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan para asesorar y apoyar si fuera necesario en la interposición de las denuncias por usurpación de identidad a las 214 personas afectadas. Después de la elección de la mesa de debates se dio inicio a las participaciones que duraron 11 horas.
Ante los testimonios de agravios de las personas afectadas, la asamblea determinó que los funcionarios municipales se separaran del cargo: a mano alzada votaron 215 personas a favor de que dejaran el cargo, mientras que sólo 16 votos fueron para que se mantuvieran, por varias irregularidades que vienen sucediendo desde el 2021.
“Es una burla y tocan nuestra dignidad las irregularidades y estos actos de corrupción del presidente municipal. Es triste. Están violando los principios de no mentir, no robar y no traicionar. Primero los pobres, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no vemos eso», dijeron los pobladores. Le reclamaron al alcalde que dejó sus propios principios de “humildad y honradez” y que era triste que falsificara firmas, usara sus credenciales y actas de nacimiento de personas que no trabajaron en la carretera artesanal, ni cobraron lo que figura en la lista de “raya” (el pago por su trabajo); también resaltaron que incluyen a una señora que desde hace años falleció.
La regidora de participación social de la mujer denunció que no sólo es el manejo del techo financiero y la falsificación de firmas, sino que en el ayuntamiento hay acoso sexual y laboral. “Que no nos intimiden. En una ocasión terminando la sesión de cabildo me despedí… y me jaloneó. Estamos sufriendo violencia política en razón de género porque no estamos de acuerdo con lo que está haciendo el presidente. En auditoría superior se encontraron obras, pero que físicamente no existen”. Este es otro de los temas que salió a relucir en la asamblea, obras que no se han terminado como es el caso de una unidad deportiva que no funciona. Uno de los señores señaló que en el caso de las escuelas, hace un año el presidente prometió transparentar el recurso de varios millones de pesos; sin embargo, hasta el día de hoy no lo ha hecho. Mientras, “el colegio de bachilleres es una obra pirata donde nada más está maquillado hacia afuera, pero hacia arriba está todo negro, sigue igual”. Los ciudadanos y ciudadanas reclamaron al presidente municipal, Amado Basurto Gálvez, transparencia en las obras que se han realizado en el municipio de Tlacoapa.
Lo que causó desconcierto es que sus nombres aparecieran en la lista de “raya» en los trabajos que se llevaron a cabo en la carretera artesanal. “Yo aparezco como albañil oficial, pero mi casa la hice como hormiga. Según entendemos es un delito falsificar firmas y utilizar el INE sin consentimiento. Es triste lo que está pasando», lamentó un señor.
“Le rascamos la tierra para sobrevivir. El 9 de marzo nos enteramos de que el presidente municipal utilizó nuestros datos personales para justificar obras. No quiero dirigirme al presidente porque nosotros quisimos conciliar, pero no tuvo voluntad”, dijo don Gerardo, una de las personas afectadas. El enojo de los habitantes es que ni siquiera los convocaron para dar el consentimiento de sus firmas y credenciales. “Como campesinos no valemos nada», dijeron.
Mujeres Me’phaa inconformes manifestaron que en ningún momento entregaron sus documentos. “Quiero saber dónde fueron a robar mis papeles, yo no les fui a pedir trabajo”. Otra de ellas afirmó que no está de acuerdo con aparecer en la lista. “El presidente nos debió de consultar porque eso es un delito grave, es un robo de firmas y de identidad. Nos está engañando, no es justo que aparezcamos en la lista, y ahorita ya es tarde para que nos dé una explicación, ese recurso es para el pueblo, yo no pido nada para mi bolsa”. La lluvia de participaciones sobre las quejas de las firmas y credenciales no dejaron de resonar en la asamblea.
Por su parte, la síndica municipal, Carolina Cantú, contextualizó el problema que desde hace unos años se trae arrastrando con las comprobaciones de las obras. Sin embargo, lo que vino a destapar el hoyo negro de las prácticas corruptas en el gobierno de Tlacoapa fue la carretera artesanal. “Un día el secretario general me dio unos paquetes de papeles para firmar y dar visto bueno. Le recibí el oficio y apunté que quería una semana para revisar los documentos porque anteriormente se me ha estado dando tiempo limitado”, dijo la síndica.
“Empecé a revisar la comprobación. El primer paquete era de todo lo que se va iba a contratar en el 2022. Ahí vi un recibo dudoso que decía: “Atlixtac, Guerrero”, pero no estaba trabajando en ese municipio. Después vi otras hojas que también estaban mal, fue cuando empecé a realizar las observaciones y le hice la entrega al secretario general diciendo que estaban mal los documentos y los recibos. Adentro de los paquetes venía un documento que me dio el secretario de todo el dinero del 2022, y sobre la carretera artesanal. En los trabajos que se realizaron para la carretera artesanal había una lista de raya donde observé que estaban todos los de seguridad y trabajadores del ayuntamiento. Había exdelegados, excomisarios del 2021 y del 2022, desde la parte baja Totomixtlahuaca, Tenamazapa y Tlacoapa”, señaló Carolina Cantú.
Los conflictos internos entre la síndica, las regidoras y el presidente municipal empezaron a aflorar con las horas. Una y otra vez acusaban al presidente municipal de no consultar a las regidoras, menos a las comunidades que se encuentran desoladas y en el olvido. Las guerras intestinas del ayuntamiento tienen origen desde que empezó el gobierno municipal porque “no hay gobierno”, dijeron algunos habitantes de la cabecera municipal.
La síndica municipal dijo que no quería ser parte de acciones de corrupción y de falta de transparencia, y que por esa razón informó a los vecinos, sobre todo los que estaban en la lista de raya. La primera reunión la tuvieron el jueves 9 de marzo del 2023, cuando los afectados sugirieron solicitar la presencia del presidente y regidores, una asamblea general informativa con comisarios, delegados, los afectados y personal del INPI. El 10 de marzo de 2023 llevó un oficio para todos los que estaban en la lista de raya, donde se concluyó que el presidente aclarara por qué había firmas que no correspondían a las personas ahí anotadas y sus credenciales. No hubo respuestas, detalló.
El 20 de marzo se elevó el hermetismo entre la síndica y el presidente municipal. Los caminos del diálogo fueron cada vez más espinosos porque había presión de parte de las 214 personas que se sintieron burlados por los funcionarios del ayuntamiento. Sólo exigían que se aclarara por qué se había usurpado su identidad.
El presidente municipal de Tlacoapa, Amado Basurto Gálvez, dijo: “incurrimos en errores que ya mencionaron. Hicimos hasta lo imposible por buscar con los compañeros para que nos ayudaran de tal manera que pudiéramos meter la comprobación de ese recurso en mano de obra barata. Hicimos esa maniobra, buscamos al comité, a los ingenieros, les pedimos de favor a algunos amigos y conocidos que nos apoyaran… que me disculpen”.
Habló de las auditorías que tuvieron la semana pasada. En el 2022 fueron de las obras que se hicieron en 2021; en 2023 hubo auditoría de las obras que se hicieron en 2022. Se auditaron 20 obras ejecutadas por el gobierno municipal 2021-2024, la última es la del camino artesanal, “creo que vamos a salir bien porque se hicieron cosas extras como lavaderos, pequeñas cunetas, los sobre anchos eran de 6m y los hicimos de 8m por la curva, [y para justificar] varios compañeros del ayuntamiento prestaron su nombre”. Afirmó que todo es un golpeteo político, pero que no había desvío, sin embargo, al mismo tiempo ofreció disculpas.
Los asambleístas enardecidos aseveraron que no existe capacidad de los funcionarios municipales para coordinar los trabajos que tienen que hacer en el municipio de Tlacoapa. Ya eran las seis de la tarde, pero seguían sin acuerdos. Las discusiones se elevaban a un tono más personal entre los funcionarios evidenciando las falencias en la administración, mientras que las posiciones de los pobladores rayaban en querer detener y encerrar al presidente para que las autoridades estatales pudieran solucionar el conflicto al interior del ayuntamiento, y de corrupción. Mientras que otros exigían la renuncia de todos los funcionarios municipales por incompetencia y corrupción.
Al filo de las nueve de la noche, la asamblea llegó a dos acuerdos. El primero, el desconocimiento del cabildo municipal (que los funcionarios dejaran el cargo); segundo, la creación de una comisión para dar seguimiento al problema de transparencia y del gobierno municipal ante el congreso y las autoridades estatales. Para mucha gente fue preocupante que las autoridades municipales sigan con prácticas añejas de corrupción y justifiquen sus truculentas maniobras en obras para engañar a las comunidades indígenas. Pero las autoridades comunitarias dejaron claro que nunca más serán engañados y ninguneados por los caciques y presidentes municipales que se creen los señores de la vida social y comunitaria.