Desde la Montaña de Guerrero, donde Ana Paula vivió y conoció las gestas históricas de los pueblos indígenas, lloramos su ausencia. Nos quedamos con lo mejor de su legado: vivir con pasión la defensa de los derechos humanos. Siempre…
La defensa de los derechos humanos en la Montaña de Guerrero se hace con el corazón por delante. ¡Siempre cuesta arriba y con la fuerza de los pueblos!