Tepango, municipio de Ayutla de los Libres, Guerrero, a 12 de octubre de 2024. En el marco del día de la resistencia de los pueblos indígenas y afromexicano, las autoridades comunitarias de las cinco casas de justicia de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias – Policía Comunitaria (CRAC-PC) criticaron las reformas neocoloniales del gobierno federal que recién fue aprobada. La presentan como si la deuda histórica con los pueblos estuviera saldada, cuando es restrictiva, limitada porque no toma en cuenta la justicia comunitaria, la propiedad ancestral de las tierras y los gobiernos propios o por usos y costumbres. Reconocieron que es un paso la jurisdicción indígena, pero lamentaron que mutilaran la propuesta que había realizado el INPI. Por eso llamaron a todas las comunidades que se organicen para una movilización y generar una ruta de lucha por sus derechos.
El color verde olivo resaltaba en la carretera. Los cañones de las escopetas mirando al cielo, dejaban una sensación de esperanza. Desde las ocho de la mañana empezaron a llegar a la Escuela Secundaria General Benito Juárez de la comunidad afro de Tepango. Como iban llegando registraban sus nombres en unas listas. Después pasaban para almorzar en un techado, donde mujeres servían y otras más repartían tortillas. Al mismo tiempo, una comisión de policías comunitarios daba paso a los carros y los ordenaban en el patio de la escuela.
Todo empezó con una misa a las 10 de la mañana, oficiada por el padre Hermann Patrick, originario de Costa de Marfil, quien se encuentra de encargado en la comunidad de La Concordia, municipio Ñuu Savi. Habló de la justicia comunitaria. “Siempre estamos buscando la justicia, porque en cada parte del mundo hay presencia de justicia, pero también hay división. La justicia es la base de una vida buena, llena de alegría… es muy importante para nuestra comunidad esta seguridad para poder salir a la calle, de nuestra casa para ir a trabajar. Cuando hace falta la justicia, la seguridad, no se puede hacer nada de bueno. El pueblo no puede encontrar ese camino porque siempre tiene su corazón de miedo para hacer algo…”
A las 11 dio inicio el acto formal de la CRAC-PC. La escolta de la secundaria con la bandera mexicana empezó las formaciones, hizo un alto, y cumplió solemnemente con el himno nacional y el himno a Guerrero. En seguida se instaló la mesa de presídium para los mensajes. A 29 años del surgimiento de la policía comunitaria persiste a pesar de la embestida de los gobiernos. Dijeron que han pasado gobernadores y presidentes de la república, pero la CRAC continúa y seguirá haciendo justicia comunitaria.
“En 1995 en la comunidad de Santa Cruz del Rincón, municipio de Malinaltepec, nació por primera vez la policía comunitaria como un esfuerzo organizativo de los pueblos me’phaa de la Montaña y de los afromexicanos de la Costa Chica. Cansados por tantos asaltos, violaciones a las mujeres y asesinatos entre hermanos y hermanas. Por eso los pueblos se alzaron, realizaron asambleas y decidieron formar la policía comunitaria. Así detuvieron a los delincuentes que fueron llevados ante los ministerios públicos y jueces, pero lamentablemente al detenerlos los jueces los liberaban, y cuando salían volvían a asaltar y hacer sus fechorías. Los pueblos volvieron a las asambleas y ahí decidieron formar de nueva cuenta el sistema de seguridad, justicia y reeducación que se denominó Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias – Policía Comunitaria, iniciando a operar en la casa de justicia de San Luis Acatlán. Después se fueron creando una tras otra”, comentaron.
Aseguraron que la “CRAC logró disminuir el índice delictivo en un 90 por ciento. Hoy en día, los lugares más seguros de nuestro estado de Guerrero es un territorio donde muestra que el sistema de seguridad y justicia y reeducación es y será la más importante, mientras la violencia se desborde, con el pueblo organizado jamás podrán derrumbar a la CRAC, sólo el pueblo debe salvar al pueblo”.
El proyecto desarrollista de los gobiernos es una amenaza para los pueblos indígenas y afromexicano, el sistema económico capitalista, la sociedad del consumo y otras amenazas al territorio va socavando el tejido comunitario. Ante el atroz despojo, es importante organizar más al interior de las comunidades y tener claras esas amenazas. Es el reto, asegura Vidulfo Rosales Sierra, abogado de Tlachinollan, para “que dure muchos años la CRAC, necesitamos los pueblos indígenas mantener nuestro sistema de justicia porque ya vimos que ese nos cuida, garantiza que nuestros pueblos tengan paz y tranquilidad, armonía al interior de sus pueblos”.
Por el otro lado, “este gobierno neocolonial de todos los partidos que se niega a reconocer sus derechos a los pueblos indígenas. Se niega a tratarnos como ciudadanos del mismo nivel. Para los gobiernos neocoloniales nosotros somos ciudadanos de segunda. Esos gobiernos neocoloniales, racistas que no les interesan los pueblos indígenas, no les importa la CRAC, los ven con desprecio”, reclamó Vidulfo Rosales.
Un problema “es el no reconocimiento, la reforma que hicieron y a lo mejor diferimos con algunos compañeros, nosotros seguimos insistiendo que no se incorporaron los temas medulares de la lucha que venimos encabezando los pueblos indígenas y afromexicano. Se reconoce de manera limitada el sistema normativo. La reforma quedó como que los sistemas normativos solamente pueden regular conflictos internos. Así estaba, nada más se agregó que la jurisdicción se va a respetar, pero va a tener facultades sobre conflictos internos. Y los jueces nos han venido golpeando porque dicen que nuestras facultades son conflictos internos, problemas menores, pero no podemos atender homicidios, secuestros porque eso les corresponde a los jueces”, comentó Vidulfo.
“La reforma no consideró la propiedad de la tierra y el territorio. Todos estos territorios bonitos que tenemos no son nuestros de acuerdo con las leyes, y había oportunidad para que en esta reforma se incorporara, pero no se hizo. Y la representación política tampoco se hizo. Es decir, a los pueblos indígenas nada más nos respeta nuestra música, nuestra comida, nuestro vestido, pero cuando le decimos que queremos ser gobierno ya no, ¿por qué no permiten que seamos gobierno? No quieren que tengamos el poder. Tampoco quieren que seamos propietarios de nuestras tierras, de nuestro territorio, de nuestros bienes naturales, no se nos reconoció, y si no se reconoce el territorio, ¿dónde va a operar la policía comunitaria? Dónde vamos a ejercer los sistemas normativos, la libre determinación, si no tenemos territorio”, explicó el abogado Rosales Sierra.
“La reforma ya se aprobó, pero hay que seguir teniendo claro que no está lo que queremos. No nos dieron lo que nosotros aspiramos. Hay que discutir y dar los pasos que siguen, con las leyes secundarias probablemente podamos hacer algo. No les estamos pidiendo favores a los gobiernos, es un derecho que tenemos como pueblos. Nuestros ancestros eran dueños de estas tierras, nosotros habitábamos aquí. Los blancos vinieron y nos impusieron sus leyes. Ahora les pedimos que por lo menos nos permitan ser dueños de nuestras tierras, que nos permitan ser gobierno, que nos permitan tener nuestra justicia, nuestra seguridad, que nos permitan vivir tranquilos y que nos reconozcan. La CRAC está de pie. Somos los pueblos me’phaa, somos los pueblos mixtecos, somos los pueblos afromexicanos, los amuzgos que estamos exigiendo nuestros derechos y vamos a continuar. La CRAC va a morir hasta que muera el sol”, finalizó Vidulfo. A la una de la tarde se instalaron las mesas donde se ahondaron los temas de la reforma, análisis del reglamento interno, derechos de las mujeres y las amenazas al territorio.