Poemas y pensamientos Doña Rosario, madre de mil batallas Doña Rosario Manantial de agua cristalina, reveladora de verdades inconfesables. Roca infranqueable que agrietaste el poder decrépito de los represores. Nube esplendorosa, que agitaste tempestades, para desmadejar, la urdimbre delincuencial, de los crímenes perpetrados por los trogloditas del Estado. Madre de mil batallas que enjugaste las lágrimas de cientos de familias que lloraban en silencio. Ningún político facineroso se atrevió a increparte, ni a contener tu furia, porque temían ser juzgados por las torturas infligidas a tu hijo Jesús. Señalaste con ejemplar valentía al campo militar número uno como el centro de operaciones, de las desapariciones de la guerra sucia. Guerrera imbatible, que encaraste al ejército, para espetar su responsabilidad y cobardía. Juntaste los pesares y temores, y fundiste en un grito el clamor nacional, por la presentación con vida de los desaparecidos. Rosario: embajadora de los derechos humanos. Forjadora del nuevo amanecer de la justicia para los perseguidos. Nos enseñaste a no doblegarnos, ni a ceder un ápice por nuestros desaparecidos. A nunca callar, ni ser presa de falacias ni mentiras. A jamás pactar con el poder presidencial, para no mancillar la memoria de nuestros seres queridos. Hoy más que nunca, necesitamos de tu voz estruendosa y elocuente para que resuene en todo el país, por los 100 mil desaparecidos, junto con el grito de los 43: ¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos! Las y los Tlachis Share This Previous ArticleZapata vive en el corazón de nuestras luchas Next ArticleHermanas del mismo dolor 16 abril, 2022