La verdad sobre los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos el 26 y 27 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero, no ha salido a la luz pública. Al contrario, el ejército mexicano sigue ocultando información valiosa que pudiera dar con el paradero de los jóvenes. Es evidente que los pactos de silencio continúan desde las estructuras del poder, aprehendiendo a algunos y dejando en libertad a otros responsables materiales e intelectuales. Las búsquedas avanzan, pero sin resultados importantes como para saber lo que pasó.
Este sábado 15 de julio de 2023, a pesar de que el estado de Guerrero es altamente peligroso, varias organizaciones sociales asistieron a la Asamblea Nacional Popular (ANP) para refrendar su solidaridad con las madres y padres de los 43 estudiantes. Lo que doña Cristina Bautista Salvador, madre de Benjamín Ascencio Bautista, estudiante desaparecido, destacó es que “estuvieron las organizaciones y se comprometieron a que nos van a acompañar en nuestras actividades de exigencia. Como madres no estamos solas porque han caminado con nuestro dolor y coraje hasta alcanzar la verdad y la justicia”.
Vidulfo Rosales Sierra, abogado de las familias, informó sobre la cancelación de 16 órdenes de aprehensión contra militares. Desde las altas esferas del ejército se orquestó una campaña en medios de comunicación para limpiar la imagen de la institución castrense. El mismo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio espacios en la mañanera para que los generales emitieran opiniones defendiendo a los militares responsables por la desaparición de los 43 estudiantes. Las madres y padres fueron protagonistas para exigir a las autoridades que reactivaran las órdenes de aprehensión. La presión de las familias generó que a mediados de junio se ejecutaran las detenciones de 9 militares. También se dijo que hay órdenes pendientes por ejecutarse. Otro de los temas cruciales fue la salida del Grupo Interdisciplinario de Expertos y Expertas Independientes (GIEI) el 30 de julio de 2023 porque “no hay condiciones para que continúen su labor en México”. El 25 de julio darán a conocer el último informe en la Ciudad de México.
En entrevista don Mario César González Contreras, padre de César Manuel González Hernández, estudiante desaparecido, señaló que como padres están “enojados porque pensamos que se iba a resolver y saber qué había pasado con nuestros hijos, pero viene siendo la misma fregadera con este gobierno de la cuarta transformación”. Las autoridades no han querido resolver el caso y niegan la verdad, “pero sabemos que el presidente es mandado por el ejército, que no puede salirse de la línea que le marca el ejército y creo que ahí es donde está la falla”.
El camino de la verdad se ha convertido en un infierno, en una cuesta espinosa y en una tortura para las madres y los padres. Es difícil pensar que “faltan tres meses para cumplir 9 años sin resultados y no podemos avanzar, ni podemos saber dónde están nuestros hijos porque el ejército no ha querido entregar todos los archivos que necesitan las expertas y expertos que están investigando el caso Ayotzinapa. Estamos atorados ahí y nos preocupa porque cómo vamos a alcanzar la verdad si no quieren dar toda la información. Desde el principio hemos visto que hay obstáculos. Nuestra exigencia como madres y padres es que entreguen toda la información que se necesita al GIEI para poder esclarecer los hechos, aunque les falta poco para que termine su mandato. Vamos a seguir presionando al ejército y a las autoridades para llegar a la verdad”, reclamó doña Cristina Bautista.
Para las madres y padre, “la salida del GIEI es un golpe terrible para nuestra búsqueda. El GIEI ha sido muy importante en las investigaciones del caso, es quien nos ha despertado en momento oportunos y claves para dar con el paradero de nuestros hijos. No ha llegado a la verdad por culpa del gobierno y por culpa del ejército que no han dado la información. Tenemos que llegar a la verdad. Es difícil porque estamos peleando con un pinche monstruo que es el ejército mexicano, que en lugar de estar orgulloso me da tristeza que porten ese uniforme con esa falta de sensibilidad hacia las víctimas, sólo protegen a los criminales. Va a ser muy difícil, pero vamos a lograrlo. El resto de nuestra vida está para eso nada más, para saber dónde están los 43 muchachos. No me importa que vengan 40 gobiernos, dijo don Mario González.
“Hay un decreto presidencial firmado por el presidente de México para la búsqueda de nuestros muchachos y fue lo que ilusionó a las madres y padres porque se comprometió la SEDENA y la Marina, así como más instituciones con el fin de dar información para llegar a la verdad, pero ni el presidente, ni el general Sandoval están cumpliendo su palabra, son tan nefastos carajo, son las autoridades. La pregunta ahora es, si ellos no me cumplen, ¿con quién voy?”, remató don Mario.
Las madres y padres consideran que en el gobierno de Enrique Peña Nieto navegaron “con puras mentiras”. Con el tiempo se fue desmintiendo. En lugar de dar respuestas, las autoridades mandaban a sus policías para reprimir con gases lacrimógenos y toletes. “Ahora, aunque nos abrieron las puertas como gobierno y se avanzó con la investigación, como madres y padres es insuficiente porque no han querido investigar a los verdaderos responsables de desaparecer a nuestros hijos, asesinar a tres estudiantes y dejar en coma a Aldo. Escondieron los videos del Palacio de Justicia de Iguala. Nos hubieran dicho la verdad. A México y al mundo les decimos que no nos vamos a rendir”, señaló doña Cristina.
Las madres y padres esperan el informe del GIEI para trazar una ruta de lucha por la presentación de sus hijos. “Nos merecemos saber qué pasó el 26 de septiembre, ya basta de tantas injusticias, y este gobierno tiene que comprender que somos víctimas a quienes les tiene que dar justicia y verdad”. Son el rostro del dolor, de la angustia, pero también de la esperanza.