Incidence El legado de Genaro Vázquez En el homenaje popular por el 53 aniversario de la caída del profesor y comandante Genaro Vázquez Rojas, la voz de la maestra Consuelo Solís cautivó por su sencillez y por su facilidad para describirnos el lado humano de un guerrillero. Sus anécdotas develaron la gran sensibilidad de Genaro que antes de marcharse atendió el deseo de su pequeña hija, de comprarle una muñeca por el día de reyes. Consuelo, en su aparente fragilidad, es una mujer con temple, de convicciones y de mucho valor. Soportó la tortura y por años navegó a contra corriente por toda la propaganda fútil que propalaron los gobiernos priistas. En este mar de iniquidades sus recuerdos recrean con mucha vivacidad la figura señera del camarada Genaro. Junto a Consuelo estuvieron mujeres imbatibles como Tita Radilla hija de Rosendo Radilla; Alma Gómez hija de Pablo Gómez que viajó con su esposo Gabino Gómez desde Chihuahua y Estela Arroyo hija de Alejandro Arroyo Cabañas. Sus voces son luces de esperanza: “Genaro fue como decía García Márquez, de darle la mano a la gente, sobre todo, cuando hay que agacharse para ayudar a alguien que se quiere levantar. Así fue mi esposo quería que todos recibieran la justicia. No quería que hubiera justicia para el rico, para los hijos de los acomodados y que al campesino nadie lo escuchara. Por eso lo culpaban de todo. Decían que era roba vacas, que tenía nexos con la mafia. Poco a poco se supo la verdad. No tenemos nada que esconder. Hace mucho tiempo con solo por pegar un volante en una pared, nos encarcelaban. Hace tiempo Yo estuve secuestrada junto con una hijita de crianza, una adolescente y una sobrina del compañero Jorge Mota. Nos trataban mal. Ahí vi por última vez a Elpidio Ocampo. De ahí no se volvió a saber de él, se lo llevaron al campo militar número uno. Todos los luchadores sociales como Rubén Jaramillo, Villa, Zapata, Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, fueron abriendo el caminito para llevar a cabo esta cuarta transformación. Todos deben de apoyar para que la gente tenga la misma personalidad ante la ley, ante un juez. Queremos igualdad para todos. El pueblo debe apoyar este tipo de luchas. A veces varios compañeros y desgraciadamente algunos maestros dan malos mensajes a los alumnos. En una ocasión estaban contando en una escuela que Genaro estaba vivo y que vivía en Cuba disfrutando de mujeres y que dejó a la viuda bien rica. Que tiene casa en Cuba y en Acapulco…Hasta me dijo una sobrina, regáleme una casa, porque usted es millonaria. Pues si, pero seguramente dejó los millones en las Islas Caimán y no los he podido reclamar. Con la frente en alto Genaro comentaba que le habían ofrecido 10 millones de pesos para que se fuera del país, para que dejara esto en paz. Le dijeron vete allá donde te sientas a gusto. Llévate a tu familia. Cuando nos dijo a la familia ¿que piensan? Yo le dije qué piensas tú. ¿Qué pienso? No, pues voy aceptar, me voy a comprar el carro último modelo, me voy a ir a mi tierra a ver a los niños descalzos con su ropita rota, muertos de hambre y me voy a sentir muy a gusto ¿No? Yo nunca voy a traicionar a mi pueblo. ¡Jamás! No aceptaré un soborno de nadie. Yo me voy a conservar como estoy. No importa que estemos pobres. No importa que nos cueste trabajo llevar la comida a la mesa, pero nunca nos vamos a llevar un bocado de un soborno. ¡Nunca! Estos ideales siguen en el corazón de sus hijos, en el corazón de mucha gente. Mientras persista esta idea de buscar la igualdad para todos, de buscar la paz , la tranquilidad, iremos por buen camino. A sus niños díganles la verdad, porque hay muchos que ignoran qué pasó aquí. Viven aquí, pero sus papás no les permiten asistir a un evento de estos. Hubo una muchachita que dijo “está bien papá, yo te obedezco y tú me mandas, pero de ir a la marcha voy, porque esta es mi obligación. ¿Quién te dijo? Me dijo mi maestro. Qué bueno que haya habido un maestro responsable y con valor para decirle eso a sus alumnas. Yo quiero decirles que ustedes también son maestros. Eduquen a los niños con amor, con cariño y díganles quiénes pasaron por toda esta lucha difícil, porque nos ha costado vidas, nos ha costado sufrimiento. Cuando me preguntan ¿A poco si estuvo secuestrada? Claro que estuve secuestrada con una hijita de crianza de aquí de la Montaña. Ella en la noche cuando oía que me sacaban dizque a los interrogatorios. Agarraba el candado con la cadena y azotaba la reja y gritaba ¡se llevan a mamá! ¡Se llevan a mamá! Y todos los compañeros se asomaban, era un gran respaldo para ver quién me llevaba. ¿Por qué lo decía así? Porque ella estaba formándose en la casa y oía: esos son unos represores, son unos desgraciados, bandidos. Ella no hablaba bien el español, pero llegó a decirle a un niño que llevaba un cuaderno con el logotipo del pri. ¿Por qué usas este cuaderno? Porque me lo regaló el pri. Pues rómpelo porque esos no sirven, son malos. Imagínense lo que vale ir abriendo los ojos en la forma correcta a la familia, a los niños. Eso tengo que agradecerles mucho, porque le harán un bien al pueblo, un bien a la patria y de esa manera ayudamos todos. Gracias por estar aquí, mi corazón está con ustedes, mi agradecimiento y el de toda la familia. Las palabras de Consuelo dieron la pauta para acompañar el canto de Pablo Cabañas con Mi 30-30. Las palabras de Tita nos mostraron pasajes inéditos de la relación de su padre Rosendo con Genaro y Lucio, que tenían reuniones periódicas para acompañar las luchas de los campesinos de Atoyac. Recuerdo que Genaro llegó enfermo a nuestra casa, tenía fiebre tifoidea. Lo atendió el doctor Palma y dijo que tenía que internarse. Estuvo en el hospital rural. Para nosotros fue un gusto tenerlo, porque convivimos mucho con él. Cuando lo andaban persiguiendo en muchas ocasiones llegaba a la casa. Fue un tiempo muy difícil, porque la casa de mis padres, solo nos separaba la calle donde se encontraba la oficina del DIF. En ese tiempo ahí vivían los militares. De los compañeros estaban los Bracho y los Contreras. Ellos pueden decirlo porque en muchas ocasiones participaron en las reuniones. Mi madre vivía aterrada porque ella sentía ese riesgo. Porque nosotras éramos 12 hijas. A mi me tocó cocinar para ellas. Muchas veces escuché al maestro Genaro en sus reuniones, porque me permitían entrar. Ese aprendizaje me sirvió mucho, para mi fue un maestro. Después entendí que la desaparición de mi padre Rosendo había sido como consecuencia de las marchas y las reuniones que se tenían. Llegaban estudiantes de Ayotzinapa para apoyar a los campesinos. En las reuniones también participaba Lucio. Después se dio lo del escape y Genaro se fue a la clandestinidad. Tomaron las armas, pero ellos seguían yendo a la casa, haciendo reuniones. Mi papá era una persona muy sencilla, muy humilde, no le gustaba que lo mencionaran de que estaba haciendo algo, porque entendía que nos ponía mucho en riesgo. Recuerdo la muerte del maestro. Fue terrible para la familia. Mi papá vino a san Luis cuando sucedió su muerte. Desapareció 3 días. Teníamos mucho temor porque ya estaba la situación muy grave. De ahí iniciamos la búsqueda durante muchos años. Desde aquel momento hasta ahora, luchamos por saber la verdad sobre nuestros familiares desaparecidos. Logramos una sentencia de la Corte Interamericana en el 2009. Según los expertos esta sentencia revolucionó el sistema de justicia mexicano se logró que llegaran a rango constitucional los derechos humanos, también se dio la acotación del fuero militar y el juicio de amparo. Son resultados de esa sentencia que logramos. Desafortunadamente la búsqueda y localización de mi padre, que fue el motivo y la razón de esa sentencia, no se ha logrado. No hemos logrado encontrar a un solo desaparecido. En agosto de 2024 logramos una sentencia por un amparo por la falta de investigación. La juez del noveno distrito de Guanajuato emitió una sentencia muy importante porque calificó estas graves violaciones a los derechos humanos como terrorismo de estado. Dijo que no solo era la desaparición de Rosendo. Nosotros hemos dicho que Rosendo desapareció en un contexto de persecuciones, detenciones, desapariciones y ejecuciones de campesinos, maestros y estudiantes. Desafortunadamente 8 instituciones impugnaron esta sentencia, hasta la secretaría de educación pública. Fue desechada porque no tenía razón de ser que la secretaría de educación pública impugnara esta sentencia. Ahora esta sentencia está en revisión y estamos a la espera de que pase a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero no sabemos cuál va hacer el fallo. Últimamente logramos un amparo por la falta de respuesta de la comisión ejecutiva de atención a víctimas ante la solicitud de reparación del daño a las víctimas. También estamos esperando que resuelvan porque fue impugnada por la misma CEAV. Nosotros estuvimos en las calles, estuvimos con los palos en las manos, con las brochas en las manos, pero hoy entendemos que tenemos que hacerlo de manera legal. También ya no tenemos esa capacidad para salir a las calles, ya estamos viejos, muchos han fallecido desafortunadamente y otros se encuentran desaparecidos. Para nosotras es un honor y un orgullo estar cada año en este homenaje de Genaro. Hoy sé que el maestro estuvo en la sierra en muchas comunidades de Atoyac. Muchos de mis compañeros lo conocieron y siguen sus enseñanzas. Como familia Radilla amamos al profesor, porque fue un familiar cercano y porque convivimos mucho tiempo. Agradezco a su familia y a quienes de manera desinteresada venimos a rendir homenaje al insigne maestro Genaro Vázquez Rojas. Share This Previous ArticleLas amenazas de Trump Next ArticleReconocimento a la ardua labor del licenciado Hugo Aguilar Ortiz 5 horas ago