Desde el 19 al 23 de mayo de 2021, durante los cuatro días, madres y padres de los 43 estudiantes recorrieron la ruta de la violencia y las huellas donde posiblemente llevarían a sus hijos. Una experiencia esperanzadora y dolorosa porque había personas que daban mensajes de aliento para continuar la lucha hasta encontrar a los 43 jóvenes, pero también había miedo de hablar por los grupos de la delicuencia organizada que imponen la ley de las balas y mantienen asoladas a las comunidades. Seguir las huellas de quienes están ausentes es como revivir el momento de los hechos de la agresión del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero.
Madres y padres, junto con estudiantes de la normal de Ayozinapa, buscaron información sobre sus hijos en Iguala, Huitzuco, Tepecuacuilco, Cocula y en Carrizalillo. Estos lugares son las zonas silenciadas, de fosas clandestinas y dónde impera el terror de la macrodelincuencia.
«Buscamos información sobre el paradero de nuestros hijos. En estos días nos hemos encontrado con personas que nos dicen que están muertos, que ya no los busquemos porque es mucho tiempo, y que los hubiermos buscados desde que asaron los hechos. Me duele mucho que las personas piensen eso porque no sabemos que pasó con nuestros hijos. Sabemos que están desaparecidos, quizá en una cueva o los tendrán trabajando. Otras personas nos dan fuerza, lloran y nos abrazan, comparten nuestro dolor porque también tienen familiares desaparecidos desde los años 80».
Por ejemplo, uno de los habitantes de Cocula comentó que se solidarizan porque hay antecedentes de violencia en la región, en 2013 desaparecieron a 17 jóvenes sin que hasta la fecha se sepa algo. Es el mismo dolor de muchas familias no saber de sus seres queridos, comparten angustia como las madres y padres de los normalistas de Ayozinapa.
En estos días de búsqueda se han recabado información valiosa que las autoridades deberían tomar en cuenta para darle seguimiento, pues de por sí es responsabilidad de las autoridades investigar y conseguir información del paradero de los estudiantes.
En la búsqueda de información muchas que son madres lloraron por lo que pasó con los jóvenes. Se cumplirán 7 años de no saber nada más que las reuniones que se realizan para informarles sobre todo las búsquedas dónde desde hace unos meses se han estado encontrado 900 restos humanos, 16 estaban en buenas condiciones y 6 fueron llevados para su análisis en la Universidad de Innsbruck. En los inicios del 2021 volvieron a encontrar restos, tres de ellos también se analisarán, pero no hay noticias de los estudiantes en vida, por eso las madres y los padres empiezan a sospechar del gobierno de Andrés Manual López Obrador de no querer llegar a la verdad, ya que desde el inicio se comprometió dar con el paradero de los 43, pero «sentimos poco avance».
«Unos días antes de que empezarán las búsquedas tenía miedo ir a las búsquedas porque no sabía que información me darían, pero también me daba esperanza porque imaginaba que podría encontrarlo para abrazarlo». Doña Cristina Bautista se queda pensando en lo que le comentaron en las búsquedas, no obstante, brotan sus lágrimas sin poder contenerse. Así se busca la esperanza. Mientras la verdad y la justica a vuelta de rueda. El túnel de la angustia sigue.