Chilpancingo, Guerrero, a 22 de septiembre de 2021. “La desaparición de nuestros hijos cambió nuestras vidas. Es un camino tortuoso que tenemos que vivir para encontrarlos y puedan seguir con sus sueños”. El día de hoy las madres y padres de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa reafirmaron la lucha por la presentación de sus hijos, desde hace 7 años en que sucedieron los trágicos hechos de Iguala.
En la caseta de cobro de Palo Blanco, en la autopista Chilpancingo-Acapulco, donde repartieron volantes en el que se informa a las ciudadanas y ciudadanos de la desaparición de sus hijos, pero también se pidió información sobre el paradero de los normalistas.
En el volanteo que realizaron, Emiliano Navarrete, padre de uno de los 43 jóvenes, señaló que no existen avances en las investigaciones y apesar de que hay líneas que siguen las autoridades “no nos satisface”. Es molesto que las autoridades acudan a la Barranca de la Carnicería, peor sería en el Basurero de Cocula, porque ni siquiera sabemos dónde están nuestros hijos, sobre todo, que se les hace más caso a los delincuentes, cuando en otras ocasiones como madres y padres hemos reportado puntos de búsqueda, pero no nos escuchan ni se busca.
A 7 años de la desaparición de los 43 normalistas, las madres y padres les duele que se haya construido una “verdad histórica”. El culpable es el Estado mexicano porque hubo participación de los policías municipales, federales, el ejército, así como un grupo de la delincuencia organizada.
Para doña Cristina Bautista Salvador, madre de Benjamín Ascencio Bautista, uno de los 43 estudiantes desaparecidos, “el gobierno actual abrió las puertas y la esperanza de que ellos van a esclarecer los hechos. Están trabajando y lo reconocemos, pero no tenemos resultados”.
Desde el principio, las madres y padres, han exigido la presentación con vida de sus hijos, «porque fue el Estado quien desapareció a los 43, asesinó a tres estudiantes y es el Estado es quien debe dar las respuestas de dónde están nuestros hijos». Los responsables deben ser castigados; los policías municipales, federales y el ejército, así como el ex gobernador Ángel Aguirre y el ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca entre otros. Los estudiantes fueron monitoreados por el C4, señaló doña Cristina Bautista.
Es lamentable que la esperanza se oculte entre las estructuras del poder. El gobierno dice que tiene voluntad política, pero no hay nada. “A 7 años de la desaparición de los estudiantes es increíble que las autoridades estatales y federales no puedan dar respuestas sobre el paradero de nuestros hijos”