Este viernes falleció Marco Antonio Suástegui Muñoz, líder histórico del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (CECOP), luego de que fuera agredido por un pistolero cuando salía de la playa Icacos, el pasado 18 de abril. Perdió la vida por los disparos de gravedad que le hicieron, luego de 8 días en el hospital tratando de sobrevivir. Lamentamos el asesinato de uno de los luchadores más importantes de Guerrero.
El viernes santo, cuando la algarabía vacacional estaba en su máximo apogeo, una persona armada disparó en 3 ocasiones contra Marco Antonio Suástegui, el líder histórico del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (CECOP). El día había sido muy ajetreado por la afluencia de turistas en las hermosas playas de Acapulco. Después de guardar sus sombrillas, camastros, mesas, sillas y motos acuáticas, Marco Antonio se dirigió a su camioneta. No se percató que alguien lo esperaba al salir de la playa Icacos. Ante el ataque sorpresivo Marco trató de regresar a su lugar de trabajo, pero en el trayecto cayó sobre la arena. Los turistas y vendedores huyeron, mientras Marco Antonio se desangraba. Algunos conocidos lo levantaron y lo subieron a su camioneta en uno de los camastros. De inmediato lo trasladaron a un centro hospitalario donde fue intervenido quirúrgicamente. Después de una semana de la artera agresión, el viernes 25 de abril Marco Antonio perdió la vida.
A pesar del operativo vacacional de semana santa, que incorporó a 4 mil elementos de la guardia nacional en Acapulco y Coyuca de Benítez y a 300 elementos que se encargaron de la seguridad del transporte urbano, los habitantes de Acapulco sufren los estragos de la violencia irrefrenable.
Por su parte la presidenta de la república Claudia Sheinbaum informó el 11 de marzo que habían disminuido los homicidios. Comentó que de 6.31 homicidios al día en enero de 2018 pasó a 3.3 en enero de 2025. Lo contrastante es que en los días de semana santa se dieron 5.4 asesinatos por día. Lo trágico es que se multiplican las ejecuciones, los asesinados con torniquetes, los cuerpos desmembrados y los vehículos quemados. Para los colectivos de personas desaparecidas se trata de crímenes de Estado por el control que han tomado las organizaciones delictivas en los gobiernos municipales y por el poder de fuego que ponen en entredicho a los cuerpos de seguridad pública.
En la semana santa 24 personas fueron asesinadas en el puerto de Acapulco. Las calles y las playas se tiñeron de sangre. El 14 de abril en la madrugada fue reportado el asesinato con torniquete de una mujer en El Cayaco, frente al fraccionamiento Tulipanes, donde fue arrojado su cuerpo desde un automóvil en movimiento. Poco antes de las 8 de la mañana fue reportado el cuerpo desmembrado de un hombre en la colonia Rubén Jaramillo al poniente del puerto. A las 2:50 de la tarde dos hombres fueron asesinados en la colonia ampliación Alta Laja. Más tarde, otro hombre fue asesinado y uno quedó herido en un ataque en el poblado Los Órganos de Juan R. Escudero, en la zona rural de Acapulco. Dos heridos más por arma de fuego ocurrieron a las 8:00 de la noche en un bar de la colonia Las Cruces.
El 15 de abril cinco hombres y una mujer fueron asesinados a balazos: en viaducto diamante, en la avenida Cuauhtémoc, en el boulevard Vicente Guerrero, en la colonia Las Cruces y en el poblado de Paso Texa, en la zona rural de Acapulco. El 17 de abril, después del bloqueo de 500 choferes del transporte público que exigían seguridad y la destitución de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, fue asesinado un taxista que participó en la protesta, en el boulevard Vicente Guerrero. El 18 de abril, la fiscalía regional de Acapulco encontró bolsas negras de plástico y costales con restos mutilados de dos hombres. A las 6 de la tarde se reportó el homicidio de un taxista en la colonia Ricardo Flores Magón, y otro asesinado con torniquete fue encontrado en un automóvil calcinado en el poblado La Testaruda. En esa tarde fue gravemente herido el defensor del territorio Marco Antonio Suástegui. El 19 de abril dos mujeres y dos hombres más fueron asesinados. En el recuento de los 20 días de abril sumaron 38 homicidios en Acapulco.
Esta ola se expandió al municipio de Cuajinicuilapa, en la Costa Chica. El viernes 18 de abril fue asesinado a balazos el comisario de Comaltepec. El sábado 19 tres hombres fueron degollados, un líder ganadero y una mujer fueron asesinados en Montecillos. En el municipio de San Marcos fue balaceado el sobrino de la diputada local Gladis Cortés Genchi, durante el Festival del Caldo. El 16 de abril fue colocada la cabeza de un taxista de la ruta Cuajinicuilapa-Acapulco, a orilla de la carretera federal Acapulco-Pinotepa. Por la noche le quitaron la vida a un ex policía de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) en el centro de la cabecera municipal de Marquelia.
En la región Norte de la entidad, dos jóvenes de 20 y 29 años fueron baleados en Iguala la madrugada del 18 de abril. A la mañana siguiente fue atacada a balazos una pareja que se había asentado en un terreno para vivir, cerca del obelisco dedicado al normalista asesinado Julio César Mondragón Fontes. En Chilpancingo, hubo varios asesinatos. Uno de ellos sucedió el 15 de abril, cuando un hombre de 29 años rotulaba una camioneta para su venta afuera de su casa, llegaron hombres armados que le dispararon contra el joven.
En la región Montaña no sólo lástima la pobreza secular, el olvido gubernamental y las profundas brechas de la desigualdad, sino que azota la violencia delincuencial que busca destruir el tejido de las comunidades. De enero al 18 de abril de 2025 se han registrado 22 asesinatos.
Tlapa, donde se han sembrado cuerpos en los cerros y barrancas, dos hombres fueron asesinados a balazos el viernes santo, en la barranca de la carretera vieja rumbo a Ahuatepec Pueblo, a un costado del Cerro de la Cruz. El tres de abril fue asesinada la contadora Graciela Luna Moran en pleno centro de la ciudad. En la noche del 28 de marzo doña Agustina fue privada de la vida con arma de fuego en la colonia Constitución. Desde que empezó el 2025 los asesinatos en la región se incrementaron. El tres de enero un hombre decapitado fue localizado en la comunidad nahua de Aquilpa, municipio de Tlapa. El 10 de enero fue encontrado el cuerpo de un taxista en la colonia El Palmar de Juquila.
Las imágenes de terror que conmovió a la población fue el cuerpo de una persona que fue torturada y que se encontraba en avanzado estado de descomposición entre la comunidad de Alpoyecancingo, municipio de Tlapa, y San José Lagunas, municipio de Alcozauca. El 15 de febrero fue localizado, después de una búsqueda intensa desde Cochoapa el Grande, donde la violencia se ha enseñoreado.
El 8 de febrero dos jóvenes que regresaban de la comunidad de Pochutla fueron levantados por hombres armados, el 10 uno fue encontrado sin vida en la orilla de la carretera, mientras que del segundo no se sabe su paradero. El 18 de febrero un grupo de sujetos armados dejaron sin vida a dos personas y una más fue levantada en Olinalá. Un vendedor de pollos al carbón también fue víctima de la violencia de los grupos delincuenciales que operan en la cabecera municipal.
En Zapotitlán Tablas, la violencia se ha normalizado en las comunidades Me’phaaa. Los asesinatos, las desapariciones y desplazamiento forzados son recurrentes. La delincuencia tiene el control de las rutas y se presentan como parte de la policía comunitaria. Cuentan con el apoyo de funcionarios municipales de la Montaña que hacen negocios con las obras públicas. El tres de abril un padre y su hijo fueron arteramente asesinados en la salida de la cabecera municipal. A pesar de que el ayuntamiento está a unos metros no recibieron auxilio de los policías municipales. Las comunidades resisten el flagelo de la violencia, se han suscitado enfrentamientos como los que han sucedido en la comunidad de Huitzapula. La pérdida de vidas humanas arroja cifras escandalosas, lamentablemente las autoridades de los tres niveles de gobierno han dejado que la delincuencia cohabite con los poderes locales. Guerrero es un territorio devastado.
Publicado originalmente en Desinformémonos