Amiga Carmen:
Las montañas nos unen
y las luchas nos hermanan.
Contigo aprendimos
que el agua que corre
en estas cordilleras es sagrada
para los pueblos.
Sin esperar nada a cambio
entregaste tu vida para hacer efectivo, el derecho colectivo
al agua.
Tus plegarias siempre fueron
escuchadas por las deidades acuíferas.
Nuestras madres, las protectoras de nuestro sustento.
Las que con la lluvia robustecen nuestro espíritu y alegran el corazón de las olvidadas.
Hermana Carmelita
siempre estarás
presente en nuestras luchas,
tu sonrisa llena de esperanza.
Con todo nuestro corazón:
Tus amigas y amigos de Tlachi