No olvidemos a quienes desde la infancia cargan el pesado yugo de la discriminación. Su vida al ras de la tierra, pasa desapercibida por nuestra vista.

La lucha por el respeto de nuestro derecho colectivo

San Miguel del Progreso municipio de Malinaltepec, Estado de Guerrero a 24 de octubre del 2024

Hace más de doce años que en nuestra comunidad Xuajen Júbà Wájíín iniciamos un proceso organizativo y jurídico para que se nos respeten y podamos ejercer libremente nuestros derechos como pueblo Mè’phàà. A más de una década de iniciar este caminar en la cual varias comunidades agrarias de las regiones Montaña-Costa Chica formamos al que hoy conocemos como Concejo Regional de Autoridades Agrarias en Defensa del Territorio (CRAADET), hemos atendido y cumplido  los mandatos regionales que están relacionados con la defensa de nuestro territorio, mismo que se han fortalecido a partir de un fuerte proceso  informativo y organizativo en contra de la minería y de la imposición de una reserva de la biósfera, amenazas que hoy identificamos atacan directamente a uno de nuestros derechos fundamentales más importantes y vital para el desarrollo de nuestra vida: NUESTRO DERECHO AL TERRITORIO, Y EN CONSECUENCIA A NUESTRA AUTONOMÍA Y LA LIBRE DETERMINACIÓN.

Es sabido que nuestra comunidad Júbà Wájíín desde el año 2019 ha enfrentado actos de discriminación y negación de nuestros derechos por parte del Registro Agrario Nacional que suponíamos era una institución encargada de apoyar, acompañar y facilitar los trámites de los núcleos agrarios, pero por el contrario, han sido los principales artífices en suprimir y negarnos el ejercicio de nuestros derechos, poniendo en riesgo a nuestro territorio por el embate de las empresas mineras.

Tenemos claro que el RAN además de desconocer el funcionamiento del derecho consuetudinario de nuestra comunidad, también desconoce los avances que como pueblo originario hemos logrado tanto en tratados como en convenios internacionales incluyendo los cambios a favor que hemos logrado a nivel constitucional, sin embargo, no es nuestra responsabilidad cubrir sus deficiencias y si denunciar sus actos que dejan en vulnerabilidad en contexto de nuestros derechos.

Hoy nuevamente hemos entregado ante el RAN nuestro estatuto comunal, lo hemos entregado únicamente en nuestro idioma Mè’phàà al cual nombramos XTÀNGOO DRÌGÒÒ MBAA y le decimos tanto a ellos como a la opinión pública que es responsabilidad del RAN buscar los intérpretes que corresponda y logren comprender la dimensión de nuestro derecho consuetudinario que por supuesto en nuestro idioma tiene una proyección totalmente diferente, pero sin duda quedan sumamente destrozados cuando quien los lee para calificarnos no es indígena.

Esperemos que las y los nuevos funcionarios del RAN rompan el absurdo bloquear y negar nuestros derechos por 12 años, porque ya no estamos dispuestos a continuar con reuniones de exposiciones y explicaciones que cada que hay cambios administrativos quedan siempre en incumplimiento por parte de las autoridades del RAN mientras nuestro territorio queda expuesto ante las amenazas que no dejan de aparecer.

Es por ello que acompañados por el CRAADET volvemos a la capital del Estado, a entregar nuestro estatuto y manifestar ante la opinión pública que, siendo respetuosos de la ley agraria estamos reponiendo el proceso en términos legales, pero también manifestamos que en la Montaña y la Costa Chica no claudicaremos hasta que se respete el ejercicio de nuestros derechos agrarios territoriales, comunitarios y como pueblo originario y por ello le decimos al nuevo Delegado y  a las instituciones estatal y federal que correspondan que están obligados a actuar de buena fe, y a reconocer que mientras persista el desconocimiento de las normas consuetudinarias que regulan la vida comunitaria indígena, continuará la negación de nuestros derechos, así como persistirá la discriminación y la marginación, en consecuencia, la coadyuvansa para trabajar juntos se dispersa, se coloca como contraria y, como suele suceder, es susceptible de enfrentarnos, lo cual no afianza relaciones colectivas que requerimos para acotar la violencia sistémica en la que nos encontramos.

Terminamos diciendo que es importante el reconocimiento e inscripción de nuestro estatuto comunal, al mismo tiempo que esperamos también una respuesta favorable para los núcleos agrarios que están en espera de su solicitud tales como Colombia de Guadalupe, Tilapa, San José Vista Hermosa, todos integrantes del CRAADET que desde hace 12 años estamos en la lucha para el RAN reconozca nuestros derechos y respete nuestros sistemas normativos.

Fraternalmente  Xuajen Júbà Wájíín y autoridades integrantes del CRAADET

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