Derechos colectivos de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos Las batallas contra el colonialismo en la Costa-Montaña de Guerrero Los pueblos indígenas han habitado en el territorio mexicano desde hace miles de años. Las primeras pequeñas sociedades datan de más de 13 mil años. En el tiempo algunos grupos humanos perecieron, pero otros más fueron emergiendo y se expandieron. Aproximadamente hace más de 3 mil 500 años la cultura Olmeca predominaba en Guerrero. Después fueron surgiendo sociedades complejas con grandes construcciones, pirámides; sus gobiernos eran teocráticos por eso en la actualidad las deidades y el poder comunitario están estrechamente conectados, de lo contrario, no se podría entender el pensamiento de los pueblos indígenas; eran expertos en la escritura y la ciencia; tenían un sistema médico que perdura, a través de la herencia de padres a hijos o a hijas, en las sabias y sabios de las comunidades indígenas. Cuando llegaron los españoles había grandes civilizaciones, estructuras complejas de gobierno y producción en el campo. Se libraron grandes batallas. Los grandes guerreros defendieron las tierras y el modo de vida. Sin embargo, las armas de los saqueadores eran superiores que les permitió destruir todo a su paso. En 1521 los pueblos originarios fueron sometidos con la espada y la cruz al yugo del colonizador. Se apropiaron de las tierras, del gobierno y sobre los templos impusieron la cruz. Durante el coloniaje los indígenas eran considerados parecidos a los animales porque no tenían alma. Algunos pueblos continuaron la rebelión por varios años más. Ante la esclavitud empezaron a brotar varias rebeliones de comunidades indígenas y negras. En 1810, en una sociedad dividida en castas, algunos criollos que anhelaban el poder se sumaron a la guerra independentista. Cuando triunfaron los hijos e hijas de los españoles tomaron el poder, dejando a un lado a los pueblos originarios. Sólo fueron utilizados como carne de cañón. En 1910 con la revolución mexicana se logró el reparto de tierras, pero quienes se quedaron gobernando fueron los nietos de españoles. La irrupción en la arena política de los pueblos indígenas y afromexicano inicia con mayor fuerza en 1990, en exigencia por sus derechos. Habían estado invisibilizados y oprimidos, pero nunca olvidaron que les arrebataron sus tierras, bienes naturales, su libre determinación y autonomía, su gobierno y su sistema de justicia comunitaria. La clase política en el poder no ha querido reconocer la pluriculturalidad de sistemas normativos, pensamiento heterogéneo y gobiernos colectivos como la asamblea. Los nuevos movimientos de 1990 su exigencia al gobierno se centra en el respeto a la lengua, gobiernos, forma de organización comunitaria, pensamiento propio, y que el trato sea con dignidad porque somos iguales. Además de que los pueblos indígenas y afromexicano hacen justicia, hay leyes propias en las comunidades. Los gobiernos en lugar de respetar y proteger la diversidad, han venido conculcando los derechos a pesar de que han sido reconocidos en los tratados internacionales y en la Carta Magna. Hubo un avance con la creación de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias – Policía Comunitaria (CRAC-PC). Ante la violencia en la Costa Chica y en la Montaña, en asamblea las comunidades decidieron organizarse para ejercer su derecho a dar seguridad e impartir justicia. Este sábado 23 de noviembre de 2024 en una asamblea la casa de justicia de El Paraíso, municipio Ñuu Savi, hablaron de que con el tiempo no sólo enfrentaron a los asaltantes, sino a la delincuencia organizada. La ausencia del Estado generó el rescate de los policías comunitarios que ya existían para proteger a los ciudadanos y ciudadanas. Es un sistema de justicia que los abuelos y abuelas lo han practicado a lo largo de la historia, desde antes de la conformación del Estado-nación. En aquellos años las personas que cometían faltas graves los policías comunitarios los mantenían custodiados en el patio de la comisaría, a la vista de la población para que aprendiera y se educara. “También tenemos gobierno, comisario, comisariado, policías y mayordomías en nuestras comunidades, así como nuestras leyes, tierras, territorios, bosques, ríos, cerros sagrados y nuestros muertos que las autoridades estatales y federales tienen que respetar y reconocer”, señalaron. Vidulfo Rosales Sierra, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, criticó la reforma sobre el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y afromexicano el 18 de septiembre de 2024 porque está limitada, cortoplacista. Reconocen la jurisdicción indígena, pero sólo pueden resolver conflictos internos. Los homicidios y secuestros estarían en manos de los jueces. En este tenor, la pelea de las autoridades comunitarias es porque no han querido reconocer su gobierno, la propiedad ancestral de la tierra y la justicia. Las autoridades estatales y federales solo folclorizan a los pueblos con la vestimenta, danzas, fiestas y comida. Hablan de las lenguas que se hablan en el país, pero golpean a los pueblos. Cuando se impulsan iniciativas de sus leyes desde las asambleas de las comunidades los diputados y diputadas no los toman en cuenta. “Decimos que nosotros somos dueños de nuestras tierras, aguas, ríos, minas, bosques, pero para el gobierno es de la nación por eso da concesiones a empresas extranjeras para que exploten nuestros recursos naturales. Nos ven como si fuéramos extraños en nuestras tierras, pero por muchos años hemos vivido en estos territorios, donde se hace justicia”. Share This Previous ArticleGuerrero, en el abismo de la muerte No Newer Articles 2 horas ago