Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales Liberan defensores del medio ambiente la plazuela de Los Cántaros Con el nublado cielo, a las 10 de la mañana los colonos del barrio de San Diego, municipio de Tlapa, realizaron la limpieza de la plazuela de Los Cántaros este 10 de enero de 2025, después de un año y cuatro días de lucha en defensa del medio ambiente. Acudieron a varias instancias gubernamentales para exigir la reubicación de los comerciantes que ocupaban el espacio considerado como un parque recreativo y un área verde. Lamentablemente las autoridades estatales y federales se desentendieron de las demandas de los ciudadanos y ciudadanas; no les importó y dejaron un vacío que generó tensiones entre los defensores del medio ambiente y los comerciantes. Para los colonos fue evidente la incapacidad resolutiva de las autoridades estatales y menos del gobierno municipal. Con la intensión de agotar la vía del diálogo el Comité en Defensa de la Plazuela de Los Cántaros se reunió con los comerciantes en la Sindicatura Municipal de Tlapa, donde estuvo Juan Méndez Nogueda, director General de Gobernación del Estado de Guerrero, Adelaido Memigue Martínez, integrante al Área de Coordinación y Vinculación con Organismos Civiles de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero, Jorge Rodríguez Ponce, delegado Regional Estatal de Gobernación, Leticia Sierra Olozagaste, Síndica Procuradora y Juan Carlos Vázquez Loera, Coordinador de Asesores de la Sindicatura Municipal. Llegaron a dos acuerdos: el primero, los comerciantes se comprometieron a dejar libre la plazuela y sin que ninguna de las partes en el conflicto tuviera acceso, sólo quedaría resguardado por la autoridad municipal en coordinación con la autoridad estatal. Los comerciantes tendrían que dejar “sus pertenencias y vender sus productos en otro lado hasta en tanto se dé el resultado definitivo por parte de las autoridades competentes. Asimismo, los integrantes del movimiento en defensa de la plazuela de Los Cántaros, se retirarán al mismo tiempo de las calles de la ciudad de Tlapa, así como el plantón que se mantiene en la ciudad de Chilpancingo, lo cual se dará a partir de las 20:00 del día de hoy 8 de enero de 2025”, describe el acta de acuerdos. El segundo, ambas partes se comprometen a ser respetuosos en los espacios que decida el ayuntamiento para que los comerciantes ocupen para sus ventas y que no se permitirán las agresiones físicas, psicológicas y económicas. Sin embargo, a la hora acordada el movimiento en defensa de la plazuela empezó a desmontar el plantón que tenían en la calle Gálvez y la Comonfort. Por su parte, los comerciantes empezaron a sacar sus estufas y tanques de gas a la calle, violando los acuerdos. “En la minuta decía que los comerciantes iban a dejar sus pertenencias, ellos se iban a salir y se iba a cerrar la entrada. Pero sacaron sus pertenencias a la calle donde finalmente iban a bloquearla siendo muy transitada por nosotros y los niños del jardín Ángel Miranda, así como el transporte público. Es un riesgo y lo manifestamos, eso les molestó. Ahora me culpan porque no pudieron salir ayer, pero no es mi culpa que no puedan reubicarlos. En la minuta dice que se tienen que ir a otro lado, es ilógico que digan que se quite el movimiento para despejar la vialidad y se pongan otras personas”, señaló Verónica Ureiro Castañeda, integrante del Comité en Defensa de la Plazuela de Los Cántaros. Los ciudadanos y ciudadanas de San Diego dijeron que Juan Carlos y la síndica Leticia Sierra azuzaron a los comerciantes para que volvieran a meter sus pertenencias sin mayores explicaciones y se acuartelaron generando tensiones. Por eso el movimiento de la plazuela reinstaló también su plantón, y cansados por el nulo eco que tuvieron con las autoridades este 9 de enero decidieron hacer una asamblea emergente con varios delegados de Tlapa. A las 8 de la noche sus reflexiones surcaban apresuradas, era el momento que definía el destino del área verde o parque. Concluyeron en que primero tenderían el último puente de diálogo con los comerciantes, lo intencionaron, pero la otra parte mantuvo su posición argumentando que esperarían la resolución de un amparo. Fue frustrado ese diálogo tanto que terminó en reclamos. Aproximadamente a las 9:30 de la noche habitantes de San Diego y personas solidarias empezaron a tumbar la malla ciclónica que cerraba la plazuela. Luego entraron para sacar las pertenencias de los comerciantes y una a una las iban colocando sobre la calle Gálvez, cerca del banco Banamex. Hombres y mujeres se sumaron para desalojar el espacio quedando sólo basura. Los árboles que estaban ahorcados por las láminas fueron descubiertos. Poco más de las 12 de la noche quedó despejado, pero tuvieron que quedarse en guardia hasta que despuntó el alba. La mañana de este 10 de enero empezaron con la limpieza. En entrevista, Verónica Ureiro señaló que tienen denuncias por obstrucción de la vía pública por el plantón, pero “a los comerciantes los ponen en la calle y no hay delito que perseguir. Es muy irresponsable la acción del gobierno municipal, en coordinación con el gobierno estatal. Hemos preferido el diálogo con todas las autoridades y esto es consecuencia de la falta de resoluciones de los gobiernos estatal y municipal. No pueden resolver un problema tan pequeño. Esta es la consecuencia de darle tantos privilegios a la gente, porque al final la gente piensa que es de ellos, así lo mencionaron allá, este es mi lugar. Desgraciadamente obligan a la gente a utilizar su propia justicia. Acudimos a todas las instancias legales que tienen que ver con el medio ambiente, Profepa, Semaren, Semarnat, Propaeg y todas nos decían que no era competencia de ninguna, ¿entonces de quién es competencia? Tocamos muchas puertas y no se pudo resolver”. “Estamos cansados de tantas mesas de trabajo y de dialogar, llevamos un año luchando solos sin que las autoridades nos den respuestas. Nuestro error fue no tener algún político que esté de nuestro lado, porque este movimiento no ha sido partidista. A lo mejor algún político estaba esperando que lo fuéramos a buscar para pedirle favor cuando deben estar al servicio del pueblo, pero nos dejan solos. Ellos son los que deben de pedir la liberación del lugar, no los ciudadanos. Estas cosas tienen que pasar porque dicen que cuando las leyes son injustas lo correcto siempre va a ser desobedecer. A la gente le debemos dar soluciones, no prolongar las cosas. Hablamos con la gobernadora, con el subsecretario, con la secretaria general, con todos agotamos el diálogo. Este es un agotamiento de todos los recursos, instancias a nivel municipal y estatal. Pedimos tantas veces la solución y no nos hicieron caso, nos ignoraron y esta es una consecuencia”, reclamó Verónica Ureiro. “Las autoridades municipales les ofrecieron a los comerciantes establecerse en la cancha del PRI. En la plazuela no hay condiciones para que puedan brindar un servicio de alimentos. Acudimos ante la Comisión Protectora contra Riesgos Sanitarios en el estado de Guerrero para denunciar esto. La Copriseg envió un documento al presidente para decir que el lugar es insalubre, no cuenta con las condiciones sanitarias y están poniendo en riesgo la vida de la población. El presidente no hizo nada. Agotamos todos los recursos, esto es una consecuencia del mal actuar del gobierno, y que no vengan a responsabilizar a la sociedad, va a desaprobar algunas acciones, pero vamos a defender nuestra vida y nuestra salud”, sentenció Verónica. La plazuela de Los Cántaros El movimiento en defensa de la plazuela empezó el 6 de enero del 2024 ante la inminente destrucción de los árboles para la construcción de locales de venta de comida “en beneficio de un grupo de personas”. El barrio de San Diego se opuso a esa construcción y cercaron con malla para impedir que siguieran trabajando los comerciantes, sobre todo porque las máquinas estaban preparadas para tumbar los árboles. “Nos opusimos de manera rotunda a este ecocidio porque es de lo poco que nos queda en el municipio y creemos que la naturaleza no merece este tipo de tratos. En ese momento pedimos la defensa y recuperación de esta área verde que pertenece al municipio, pero que está en el barrio”, dijo Verónica Ureiro. Ureiro Castañeda narra: “Se dice que la plazuela existe desde finales del siglo XIX. Todas las personas que conozco de más de 96 años les he preguntado sobre la historia de este lugar porque no hay mucha documentación, pero me comentaron que desde que eran pequeños estos árboles ya estaban grandes. Entonces seguramente lleva más de cien años. Los alfareros de las comunidades de Huitzapula, Tlatzala y Zacualpan venían a vender sus cantaritos de barro, platos, cajetes, molcajetes, por eso lleva el nombre de plazuela de Los Cántaros, hace como 40 años aproximadamente. Hubo un presidente que movió a los comerciantes de manera temporal a este espacio, pero nunca se quisieron salir. En 1995 se decidió pelearlo y en 1996 hubo una resolución judicial donde se designó como área verde, un lugar de recreación. Lamentablemente los gobiernos municipales no lo han defendido, ni cuidado, y eso ha hecho posible que muchas personas lucren con este espacio. Estas personas ya se hicieron de su patrimonio, ya es justo que liberaran, se los pedimos, yo apelé mucho a su conciencia porque ya no hay muchos lugares de recreación”. De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, en un año un árbol absorbe 12 kg de dióxido de carbono y emite suficiente oxígeno para una familia de cuatro personas. En este sentido, en un contexto de crisis de cambio climático y pobreza, las autoridades municipales y estatales deben propiciar áreas verdes en los conglomerados urbanos, desarrollar políticas de medio ambiente sano y repensar formas de estar con la naturaleza. Es crucial que busquen espacios para que los comerciantes puedan desarrollar sus actividades que los solventa económicamente. Es responsabilidad de los gobiernos generar las condiciones para el desarrollo humanos de todas las personas. Share This Previous ArticleMaricruz, jornalera nahua, fue despedida por exigir sus derechos No Newer Articles 3 horas ago