Bienvenido señor presidente Andrés Manuel López Obrador al territorio rebelde de Guerrero y del CIPOG-EZ. Nosotros somos pueblos en resistencia contra el crimen organizado contra los Ardillos, los rojos y narco paramilitares que nos matan y desaparecen a nuestra gente porque no queremos ser carne de cañón del crimen organizado. Como pueblos indígenas queremos justicia. ¡Viva el CIPOG-EZ! ¡Vivan los pueblos indígenas! ¡Viva el Congreso Nacional indígena! ¡Viva el Ejército Zapatista de Liberación Nacional! ¡Viva Emiliano Zapata! ¡Viva Genaro Vázquez! ¡Viva Lucio Cabañas! ¡Viva la CRAC-PC-PF! ¡Queremos justicia! ¡Viva Vicente Guerrero!
Con este saludo estruendoso y contundente más de 300 indígenas nahuas saludaron este viernes al presidente de la república en el kilómetro 81, cerca de la comunidad de Papaxtla, municipio de Chilapa. Previamente el ejército realizó varios rondines preocupados por la manifestación de alrededor de 22 localidades indígenas que se apostaron en la orilla de la carretera que va de Tlapa a Chilapa. Fue Francisco Rodríguez, el director de gobernación del estado, el que estableció el diálogo con los dirigentes para saber el motivo de su protesta. De manera clara le dijeron que querían hablar con el presidente Andrés Manuel, porque las autoridades del estado y de la misma federación no les han hecho caso. Ante la postura decidida de la gente, el funcionario estatal tuvo que dar cuenta a las autoridades federales que los pobladores estaban decididos a parar el convoy para hablar con el presidente.
Para que sus voces fueran escuchadas llevaron su sonido y con micrófono en mano expresaron lo que por más de 8 años han padecido con las autoridades municipales que los discriminan y los han excluido del presupuesto público. La pesadilla han sido los Ardillos que los tienen rodeados y amenazados. Por ello se han organizado para defenderse y no permitir que entren a sus comunidades para que impongan su ley.
Con gran fuerza le dijeron al presidente: Nosotros somos promotores que luchamos por el desarrollo y la justicia en esta región. Lo que se vive en esta Montaña ha sido durante muchos años el olvido y la marginación por parte del ayuntamiento municipal que coordinan los Ardillos, tanto en Atlixtac, como Quechultenango, Tixtla, Chilapa y Zitlala. Ahí han operado y asesinado a 47 compañeros, han desaparecido a más de 20 y nosotros hemos pedido justicia. Por eso no queremos solamente sus programas porque tampoco llegan, sino sobre todo justicia y seguridad.
Nunca hemos sido beneficiados por el ramo 33 que maneja el ayuntamiento de Chilapa. No nos construyen escuelas, ni clínicas, mucho menos obras de impacto. Las comunidades indígenas de esta región no existimos para los presidentes municipales. Chilapa es de los municipios que tienen muchas comunidades indígenas y cuenta con muchos millones de pesos, pero de nada sirve porque todo se lo quedan los políticos y sus secuaces.
Nosotros lo que queremos es justicia. En esta tierra han sucedido muchos crímenes y no vemos que se investiguen los delitos, mucho menos que se castiguen a los responsables. A pesar de que hay asesinatos y desapariciones, no vemos que las autoridades del estado se interesen en evitar que sucedan más hechos violentos. Con los crímenes también se mata nuestra cultura, nuestra lengua. Además hay muchos huérfanos y familias desplazadas. Hemos exigido a todas las autoridades que en verdad combatan al crimen organizado, que ya se pare tanta violencia. Si hubiera voluntad del gobierno, nosotros no tendríamos por qué estar peleando ni defendiéndonos. El ejército tiene todo el equipo para combatirlo, tiene todos los recursos y la inteligencia. No queremos otra cosa más que justicia y que nuestra palabra sea escuchada.
Ese es nuestro llamado, de que ya podamos vivir con seguridad, que podamos salir sin temor de que nos vayan a matar o a desaparecer. Como comunidades seguiremos resistiendo contra esos grupos. Muchos de nuestros compañeros bajan al municipio a vender sus productos y de regreso ya no vuelven, se quedan ahí o los desaparecen. De estos hechos hacemos responsables al grupo de los Ardillos y a sus jefes que están bien amarrados con la gente del gobierno.
Nos da mucho gusto conocerlo porque no tenemos esa oportunidad, solo por la televisión lo vemos. Disculpe que sea de esta manera. Nuestros pueblos han sufrido demasiado, llevamos varios años. Desde el 2014 para acá somos varias comunidades que nos hemos organizado para hacerle frente a estos grupos que quieren someternos a la fuerza. Por esa causa, por no dejarnos someter nos han privado de muchas cosas. Por ejemplo, no podemos salir de nuestras comunidades. Vivimos aislados, no podemos bajar. Antes sembrábamos muchos productos del campo que los vendíamos en Chilapa, pero ahora ya no vamos porque han matado a señoras viudas, a compañeros de nuestra organización. En el camino han asesinado a algunos matrimonios y en la misma ciudad de Chilapa siguen a nuestros compañeros para matarlos. Hay muchos niños huérfanos, muchos niños desamparados.
El 17 de enero de 2020 fueron asesinados 10 músicos de Alcozacán, en la carretera que va a Mexcalzingo. Un grupo armado detuvo la camioneta, además de asesinarlos calcinó sus cuerpos. Hasta la fecha no hay personas detenidas, por el contrario, vemos más gente armada que anda en los caminos, y el ejército que a veces patrulla, no los desarma. En lugar de que disminuyera la violencia hay más asesinatos y hasta estudiantes desaparecidos.
Por eso el día de hoy también exigimos la destitución de la fiscal, lleva ya un buen tiempo en el cargo y es lo mismo. A veces se llenan la boca de decir que va a haber un cambio para mejorar a los pueblos, la seguridad de los pueblos para vivir mejor y es mentira. Llevamos ya un tiempo exigiendo lo mismo y no hay ni un solo detenido. Tantos asesinatos, tantos desaparecidos ¿dónde están los detenidos?
El gobierno muchas de las veces, hemos escuchado también que no le gusta que nos organicemos, que tomemos las armas, entonces ¿qué quiere? ¿Qué nos dejemos matar? No se puede, tenemos familia que defender, tenemos hijos. Si no nos defendemos ¿quién nos va a defender? Porque el ejército muchas veces sí está, por ejemplo, a causa de las exigencias que hemos hecho sí se ha puesto al ejército en varios puntos, pero los grupos criminales siguen operando. Mientras el ejército siga ahí donde está pues claro que no va a pasar, pero en el municipio se mueven como en su casa. Entonces solo están espiando que uno vaya, lo agarran y nos desaparecen. No hay justicia para nosotros. Nuestras comunidades están en total abandono. No tenemos internet, las escuelas están abandonadas, durante esos dos años que estuvo la pandemia y que los maestros no bajaron, los alumnos no recibieron ni un día de clases.
Lo que le exigimos son carreteras. Si usted subiera por este tramo para ver la carretera en qué situación está, es como camino para caballos, y todas las carreteras que estuvieron supuestamente pavimentadas están así, les ponen una capita como de 3 centímetros, parece que nada más la pintan.
Por eso el día de hoy hemos estado aquí desde la mañanita. Quisiéramos que nos escuche y que platique con la gobernadora que es la que nos gobierna, se supone que ella debe escucharnos porque somos de este estado. Somos su pueblo, ella es la encargada de velar por nuestro bien. Nosotros lo único que queremos es vivir tranquilos, porque tenemos familia. Queremos dedicarnos a trabajar, pero si no hay seguridad, si no hay tranquilidad no podemos hacerlo. No vivimos tranquilos.
También hay muchas órdenes de aprehensión en contra de mujeres indígenas. Hay un compañero recluido en el penal de Chilapa, se llama Godofredo Cortés Reyes. Fue detenido acusado falsamente por la fiscalía. Hay señoras acusadas de asesinatos, de homicidios cuando los delincuentes matan y desaparecen a cientos de personas y no les hacen nada. ¿Usted va a creer que una señora, una viejita va a andar haciendo eso? Es mentira. Lo que queremos es que la fiscalía realmente persiga a quien tenga que perseguir. Que nos investiguen. Nosotros lo hemos dicho muchas veces, hemos retado al ejército, a la fiscalía que nos investiguen.
Nosotros tenemos nuestro territorio aquí. Si algún compañero lo encuentran con droga que se lo lleven, nosotros no lo vamos a defender. Armas sí tenemos porque nos defendemos. El día que ya no las utilicemos las vamos a guardar porque queremos vivir tranquilos. Nosotros no nos dedicamos a vender drogas. Los carros que traemos los tenemos en orden, no tenemos ningún carro robado, y si alguno lo agarran que trae carro robado que se lo lleven, no los vamos a defender porque nosotros no encubrimos a delincuentes. Pero sí queremos que se nos haga caso, que vean un poquito también hacia los pueblos. No solamente que las inversiones se vayan a Acapulco, a Zihuatanejo, donde muchas veces se recupera esa inversión. En los pueblos quizá no se le da importancia porque saben que esa inversión es perdida.
Eso es todo señor presidente, discúlpeme, pero es el dolor que todos sentimos.
El presidente Andrés Manuel, sin bajar del vehículo tomó el micrófono y de entrada contestó que está atendiendo a la gente pobre, a los más humildes de México y de Guerrero. El presupuesto es del pueblo y es sagrado y se destina para la gente más necesitada. El propósito es que haya justicia y también garantizar la paz que es fruto de la justicia. Comentó que tomaría en cuenta sus planteamientos y que va a pedir a Encinas de que platique con ellos. También dijo que así lo hará la gobernadora. Les pidió que eviten la violencia. Puso como ejemplo a Gandhi, Mandela y Luther King quienes enseñaron que si se puede de manera pacífica cambiar las cosas. Les pidió que busquen el cambio por la vía pacífica. Reiteró que no tendrá relaciones de complicidad con nadie, porque como presidente no llegó al gobierno con el apoyo de los oligarcas. Llegó al gobierno con el apoyo del pueblo. Se ufanó de que su único amo es el pueblo. También citó a Juárez quien dijo que nada se logra por la fuerza, sino todo por la razón y el derecho. Se despidió reiterando su compromiso de que serán atendidos. La gobernadora Evelin, quien tampoco bajó del vehículo, escuchó el compromiso que asumió el presidente. Por su parte el secretario de gobierno Ludwig Reynoso se mantuvo junto a los representantes de las comunidades nahuas. La mamá de Godofredo, que habló en nahua al presidente, dio el mensaje más importante porque logró mostrar la vulnerabilidad en que se encuentran las mujeres y la grave tragedia que enfrentan. Quedó claro que los pueblos indígenas de la montaña baja de Guerrero lo que más quieren es vivir tranquilos.
Centro de derechos humanos de la Montaña, Tlachinollan
Foto: Sergio Ocampo