Marco Antonio Suástegui Marco Antonio, un defensor tenaz, aguerrido y comprometido con su gente En 2024 Marco Antonio Suástegui Muñoz, líder histórico del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa la Parota (Cecop) nos transmitía con mucho pesar su preocupación: “El domingo 11 de agosto recibí una amenaza de muerte. Estaba en El Fraile en una asamblea cuando se acercó un tipo para decirme: ¡Cuídate cabrón! Los jefes están muy enojados por lo que dijiste en la asta bandera. Ese día organizamos una protesta por el tercer aniversario de la desaparición de mi hermano Vicente. Ahí señalé a los autores materiales que está investigando la Fiscalía del estado. Era como la una de la tarde y aún no terminaba la reunión. Me advirtió que si seguía no me la iba acabar porque para la otra vendrían a rafaguearnos. Comprendí que el mensajero pertenecía al mismo grupo”. Las amenazas continuaron: “El jueves fui a mi trabajo. Llegué como a las 5:40 de la tarde a playa Icacos. Me percaté que el área donde me instalo estaba invadida. Pregunté quién la estaba ocupando. Nadie dijo nada. De repente llegó otro tipo para decirme que su jefe le había dado la orden de ocupar el lugar. Le aclaré que yo cuento con permiso para rentar motos y que ahí trabajo desde hace muchos años. Le advertí que no me quitaría. No me respondió. Sólo agarró su teléfono y le habló a su jefe. Le dijo que ya estaba ahí y que fueran por mí. En ese momento me retiré y me fui a la casa”. Marco Antonio informó de estas amenazas al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de la Secretaría de Gobernación. Solicitó que tomaran cartas en el asunto. Manifestó que los riesgos que enfrentaba eran mayores y que temía por su seguridad y la de sus familiares. Pidió formalizar su petición sobre la inminencia de las amenazas. Demandaba el acompañamiento de la Guardia Nacional. No veía otra forma más segura para continuar su lucha como defensor y para conservar su fuente de trabajo. Con motivo de la desaparición de su hermano Vicente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a la familia, incluyendo a Marco Antonio. A pesar de esta cobertura internacional las autoridades federales no dimensionaron el grave peligro que corría Marco Antonio. Sólo se redujeron a proporcionarle un teléfono satelital y un botón para emergencias. En medio de múltiples peligros Marco nunca suspendió las reuniones dominicales en Cacahuatepec y tampoco abandonó su trabajo en la playa. Desde el 2003 cuando se conformó el Cecop, Marco Antonio abrazó la causa de los pueblos pobres del Acapulco rural. Después de estudiar arquitectura regresó a su comunidad e hizo suya la lucha de su padre. Recuperó los conocimientos que desde niño aprendió. Valoró la riqueza que conservan las tierras comunales de Cacahuatepec, experimentó la desigualdad social, los despojos de sus tierras, la extracción de agua para trasladarla al puerto de Acapulco, la sobre explotación del río por parte de los empresarios gravilleros. El abandono secular, la pobreza, el desempleo y los tratos discriminatorios de los gobiernos en turno fueron moldeando al defensor comunitario. Comprendió que podía servir mejor a su gente que regresar a la ciudad y olvidarse de sus raíces. Al enterarse de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) había entrado a las tierras comunales de su núcleo agrario sin pedir permiso, las comunidades vecinas empezaron a reunirse los domingos para platicar lo que estaba pasando. Tuvieron conocimiento por la gente de las comunidades que era contratada de que construirían una presa. Metieron maquinaria y empezaron a hacer socavones para iniciar la construcción de la cortina. Ante estas acciones unilaterales las comunidades decidieron detener a los ingenieros para impedir que continuaran los trabajos. Procedieron a realizar plantones como la medida más efectiva para vigilar la entrada y salida de personas ajenas a su núcleo comunal. Las asambleas cobraron importancia y fuerza por ser la instancia más apropiada para la toma de decisiones. En este proceso la figura de Marco Antonio Suástegui fue clave porque le dio voz a los comuneros y comuneras e impulsó un movimiento de resistencia que cobró notoriedad al denunciar públicamente los atropellos que estaban sufriendo por parte de la CFE. Marco nunca imaginó los grandes intereses económicos que había detrás de la presa y el respaldo presidencial por tratarse de una obra estratégica. Su lucha abierta le generó muy pronto amenazas de los gobernadores en turno que usaron a la Procuraduría del estado para acusarlo de varios delitos: robo de maquinaria y privación de la libertad. En 2005 fue detenido por primera vez por órdenes del entonces gobernador René Juárez Cisneros. Logró salir al pagar una fianza. Marco Antonio en lugar de retroceder y flaquear asumió con mayor firmeza y determinación la lucha contra la presa. Logró que el Cecop adquiriera presencia en el estado y en el país. La difusión de su experiencia en varios países de Latinoamérica logró incidir en las instancias internacionales. A las autoridades del estado esa proyección desbalanceaba sus planes privatizadores. El 17 de junio del 2014, es detenido y encarcelado en el penal de La Unión para alejarlo de su área de influencia y aplicar un castigo más severo al mantenerlo incomunicado de su familia y sus abogados. Nuevamente le fabricaron delitos del fuero común como robo, lesiones, despojo y daños. El enojo del gobernador Ángel Aguirre Rivero era muy grande, por eso gestionó antelas autoridades federales el traslado de Marco Antonio al Cefereso número 4 de Tepic, Nayarit. El castigo fue para dejarlo incomunicado y para impedir que tuviera una defensa que lo acompañara en su proceso. Marco no se doblegó, se logró a través de un amparo que lo regresaran al penal de La Unión el 31 de marzo del 2015. Nuevamente salió libre el 24 de agosto de 2016 por resolución de la sala penal. La división de los comuneros que promovieron los gobernadores y los presidentes de Acapulco para debilitar al Cecop desencadenó confrontaciones y hechos de sangre. El fatídico8 de febrero de 2018 se da un enfrentamiento entre policías comunitarios de La Concepción con las autoridades de la comisaría municipal, en el marco de un baile de la fiesta patronal. En la refriega de la madrugada murieron tres policías comunitarios y seis miembros de la comisaría. Después de un aparatoso operativo de la Policía Estatal apoyada por elementos de la Policía Ministerial y del Ejército ejecutaron a dos policías comunitarios que se opusieron a ser desarmados. Al ver que la gente del Cecop llegaba a la Concepción para auxiliar a sus compañeros, los policías golpearon y detuvieron a 35 compañeros. Marco Antonio y Vicente Suástegui formaron parte de este grupo. Al pedir que los policías auxiliaran a los familiares de los caídos se lo llevaron a la orilla del pueblo para torturarlo. Posteriormente fueron trasladados al penal de Acapulco. Fue un juicio complicado por lo que implicaba dominar las técnicas de litigación que requiere el nuevo sistema penal acusatorio, sin embargo, se pudo aprender en el mismo proceso logrando la libertad de todos los comuneros el 8 de junio de 2019. De nueva cuenta Marco Antonio es liberado por tercera ocasión, demostrando que su lucha es limpia y que los delitos que le han endilgado están motivados por cuestiones políticas. La estrategia ha sido acallarlo y criminalizar su lucha. Marco Antonio ha entregado su vida para defender el río Papagayo y las tierras comunales de Cacahuatepec. Con los comuneros y comuneras se enfrentó a los policías municipales y estatales que impedían la entrada a las asambleas espurias convocadas por la Procuraduría Agraria. Denunció a los presidentes municipales de Acapulco que se obstinaron en dividir a las comunidades para socavar la organización del Cecop. Encaró a los gobernadores por sus marrullerías y denunció sus tropelías. Su casta de defensor la puso a prueba cuando desaparecieron a su hermano Vicente. Se puso al frente de las búsquedas y entró a lugares controlados por la delincuencia. En los primeros dos años cada mes organizaban mítines para exigir la presentación con vida de su hermano Vicente. Fue un golpe muy duro que cimbró el espíritu guerrero de Marco Antonio. Nunca dio un paso atrás, por el contrario, asumió nuevas luchas como la de los Turisteros Unidos en Defensa de la Playa Icacos (Tuderpi) que se han organizado para proteger y defender la playa Icacos. Con los huracanes Otis y John Marco acudió en auxilio de las comunidades que fueron inundadas. El 27 de septiembre nos reportó que el río Papagayo se había desbordado y que había inundado a la mayoría de comunidades que forman parte del núcleo agrario de Cacahuatepec. Documentó con imágenes de video las casas derrumbadas y las tierras inundadas. Tomó registros de las cosechas de maíz, frijol y calabaza que se perdieron y las huertas de limón y palmas de coco que fueron severamente dañadas por el viento y por el agua. En lancha recorría las comunidades porque no había forma de caminar por las callejuelas y veredas. Nos mostró en imágenes cómo quedó su casa, un lugar emblemático donde cada domingo realiza las asambleas del Cecop para promover los trabajos de reconstrucción. Con estos reportes Marco Antonio mostró su gran sensibilidad, su compromiso con la gente pobre del campo y su perfil humanitario. Con los contactos que cultivó como líder del Cecop logró atraer a varias fundaciones que hicieron recorridos en las comunidades para verificar los daños y vislumbrar qué tipo de apoyo requerían. Al ver la devastación de las comunidades solicitó maíz para abastecer de granos básicos a las familias y láminas galvanizadas para reconstruir los techos de las precarias viviendas. Actualmente hay varias fundaciones que apoyan y cuentan con la asesoría y acompañamiento de organizaciones solidarias que trabajan en el mejoramiento de la red de agua potable, en la reconstrucción de viviendas, la construcción de baños y la implementación de proyectos integrales para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. La gente de las comunidades de Cacahuatepec está pendiente de Marco Antonio. Han viajado a Acapulco para conocer su estado de salud. Saben que está delicado y que tuvo una segunda operación este domingo por la madrugada. El gobierno del estado ha asumido el compromiso de apoyar en los gastos médicos que se requieran. Todos deseamos que Marco Antonio recupere su salud. Este domingo de resurrección la gente realizó su asamblea como cada ocho días. Se informaron del estado de salud de Marco. Esperan que las autoridades investiguen los hechos, que garanticen seguridad a sus familias y que brinden todo el apoyo a Marco Antonio y que garanticen seguridad y paz en el puerto de Acapulco. Share This Previous ArticleMontaña de agravios No Newer Articles 6 horas ago