Opinión Nada nos detendrá Ante el escenario cruento de Teuchitlán que mostró las evidencias de las desapariciones que las autoridades federales se niegan a ver y a reconocer, la gran contribución de los familiares en la búsqueda por la verdad, con los corazones rotos, las madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, no se rinden en su empeño de desbrozar los hilos siniestros que tuercen las líneas de investigación para no llegar a la verdad. Los muros del poder militar son infranqueables porque están por encima del poder civil. Ningún presidente de la República ha ejercido su autoridad como comandante supremo de las fuerzas armadas para investigar las atrocidades que han cometido y castigar a los jerarcas militares que son los responsables de las graves violaciones de derechos humanos que han cometido contra la población civil. En el caso que nos ocupa, ni el presidente Andrés Manuel López Obrador ni la presidenta Claudia Sheinbaum han obligado a los militares para que entreguen los 800 folios que solicitan los padres y las madres. No acatan ni cumplen sus órdenes. A 126 meses la lucha incansable de las madres y padres se ha topado con la cerrazón del Ejército. La Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa (Covaj) ha dejado las investigaciones a la deriva, durante casi dos años. El pacto de impunidad sigue intocado. La reunión que las madres y padres tuvieron con la Covaj el 27 de marzo, transcurrió sin mayores avances en las investigaciones. A pesar de que las familias llegaban con grandes expectativas para conocer los resultados alcanzados en las líneas de telefonía, sobre los 800 folios y qué noticias hay sobre las extradiciones de Tomás Zerón y José Ulises Bernabé, el subsecretario de Derechos Humanos y el fiscal especial se concentraron en proporcionar información irrelevante. El fiscal Rosendo Gómez Piedra informó de 19 detenidos, la mayoría integrantes de los grupos de la delincuencia organizada, para las madres y padres se trata de carpetas de investigación que vienen desde el 2023 y 2024, sin embargo, no hay nada nuevo. El Rey, alias El Negro, es lo que más pudieron informar, pero los familiares señalaron que no abona a la investigación orientada a dar con el paradero de los 43 estudiantes. Por su parte, el subsecretario de Derechos Humanos, Arturo Medina, comentó que en los seis meses que van del sexenio de Claudia Sheinbaum llevan 99 búsquedas en la Quebradora, Tetipac, Zacacoyuca, Loma Alta, Carrizal, Paraje la Cañada, Barranca Santa Fe y El Peral. Encontraron algunos hallazgos que se enviaron a la Universidad de Innsbruck, Austria, pero aún no llegan los resultados. El desánimo fue mayor para las madres y padres al escuchar la información del fiscal especial, de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, de la Secretaría de Salud y del mismo subsecretario de Derechos Humanos, que mostraron el estancamiento de las investigaciones. No tuvieron respuesta en los temas de los folios (con el acotamiento que ya se ha venido diciendo con la presidenta), que pudieran acceder a información relacionada con la intervención telefónica de El Gil, Valladares y el Cholo Palacios que den pistas sobre el paradero de los jóvenes. Tampoco informaron sobre la presencia de Julio César López Patolzin como militar infiltrado en la Normal. Es importante profundizar en esta línea, pero la Sedena sigue con su postura hermética. En la reunión del 27 de febrero con la presidenta de la República se destacó la importancia de la telefonía celular porque es más objetiva que cualquier testimonio. Se sabe que fueron tres líneas las que estuvieron en actividad después de la media noche del 26 de septiembre y son diez aparatos identificados por el e-mail que estuvieron activos, algunos de ellos se encontraron en manos de policías. A 10 años las madres y padres no han tenido una explicación convincente de cómo es que los teléfonos de sus hijos estaban funcionando y los tenían algunos policías. El informe que dieron las autoridades fue percibido por las madres y padres como mero trámite, sin entrar a fondo en los temas más densos. Uno de los padres dijo a las autoridades que quería saber sobre los 800 folios. Con las investigaciones que ha producido el GIEI, porque estamos patinando en una línea que, en lugar de avanzar, retrocedemos. Qué bueno que el fiscal leyó todo el informe del GIEI porque la información que nos está dando ya la tenemos en mente, ya nos han dicho que se los llevaron para el basurero. Si ya tienen todos esos testimonios, ¿dónde están nuestros hijos? Nos acaban de decir que cierto personaje se los llevó en una camioneta, ¿para dónde? Esa es información relevante, pero no vemos claras las líneas de investigación. ¿Qué han hecho para retomar los 800 folios? No queremos saber si atravesaron la camioneta, queremos saber dónde están nuestros hijos. No queremos confrontaciones, sino una reunión fluida, con pruebas, con sustento. Lo que más nos frustra es que no estamos llegando a donde tenemos que llegar. Sobre la información de la telefonía quiero decir que para la próxima reunión nos entreguen a cada padre los puntos exactos. En qué antena estuvo fulano de tal, cuál es la antena que estuvo jalando esa llamada o cuál es la otra antena, porque eso que nos informan nos deja a ciegas nuevamente. Si no hay nada nuevo no alarguemos la reunión porque hasta dolor de cabeza nos da. Quiero saber qué información nos tienen de El Caderas que mató la policía y era importantísimo, lo mató la Seido. Quiero saber por qué lo mató, tenía una orden de detención, fue un crimen de treinta y tantos tiros que ahí quedó. Es importante reunirse con la presidenta. Es una petición que la mayoría estamos haciendo, porque sabemos que sí hay avances sobre ese tema y quién lo solicitó. Creo que es necesario que hablemos con la presidenta sobre los 800 folios porque es importante. Gertz Manero dinamitó la fiscalía que teníamos cuando estaba Omar Gómez Trejo. Le quitaron todos los expedientes, tuvo que irse de México para que no tuviera problemas. Ahora por otras cosas que están pasando, es momento de decirles que recompongan la investigación para no tener confrontamientos entre las dos partes. También que haya una supervisión de los padres en la investigación y además está la facultad del decreto del anterior presidente que se han negado a tomar, una de ellas es que los principales conductos para llamar a los padres son con nuestros abogados, y ya no lo están haciendo. No queremos confrontamientos con la Covaj, pero tampoco queremos que se burlen de los padres repitiendo la información. Queremos el regreso del GIEI, los 800 folios y las líneas de investigación que ya teníamos. De las 60 órdenes de aprehensión nada más hay un militar detenido. Tienen que fortalecer las líneas de investigación, los responsables están detenidos por delincuencia organizada. Eso es lo que pasó el día de la sentencia del juez de Tamaulipas, los abogados les dijeron a las fiscalías que reforzaran esas líneas de investigación porque iban a salir, y es lo que pasó. No les echen la culpa a nuestros abogados. Muchos salieron por culpa de la Fiscalía y de los jueces, por no haber fortalecido las carpetas de investigación. Era de esperarse que los torturados iban a salir porque no realizaron bien su trabajo. Queremos saber qué es lo que está haciendo la Secretaría de Relaciones Exteriores para que extraditen al juez de barandilla de Iguala, Ulises Bernabé. Dicen que no ha sido fácil traerlo. Cómo es que pudieron entregar a 29 personajes del narcotráfico y no hicieron nada para que, a cambio de esta entrega, retornaran a Ulises. Se nota que los intereses diplomáticos no están en lo que demandamos las víctimas. Seguramente el caso de Ulises está relegado, no creemos que el secretario de Relaciones Exteriores lo tenga en la agenda. Por eso no avanzamos porque no hay compromiso serio de los miembros de la Covaj para dar cumplimiento a los compromisos asumidos en el decreto presidencial. Seguimos aquí, no porque queramos, sino porque hacen falta nuestros 43 hijos. Hemos exigido los 800 folios que tiene el Ejército porque ahí vamos a encontrar a nuestros hijos. Nos queda claro que es necesaria la voluntad política de la presidenta, ella es la comandanta de las fuerzas armadas. Le hemos pedido con todo nuestro corazón, que ya no queremos andar en marchas, ya somos señoras grandes, que nos considere porque ya estamos desgastadas. La presidenta tiene hijos, queremos que resuelva el caso en su sexenio, estamos esperanzadas en ella. Quisiera saber qué ha pasado con el policía de Cocula, qué ha dicho. Agarraron al Negro, pero qué sigue en la investigación, qué testimonio ha dado. Es importante para nosotras como madres y padres saberlo. No podemos permitir que el caso Ayotzinapa quede en la impunidad. Este es el sexenio de una mujer, le tenemos confianza para llegar a la verdad y encontrar justicia. Vamos a seguir insistiendo una y otra vez, nada ni nadie nos detendrá, tampoco nos vamos a cansar porque son nuestros hijos. En nuestras casas nos hace falta un hijo y no sabemos dónde está. Cuando llega su cumpleaños quisiéramos abrazarlo. Eso nos lástima y nos mata. Queremos que haya más sensibilidad de la presidenta, que nos tenga paciencia y tolerancia porque somos madres con un hijo desaparecido, y ella no. Esa es una diferencia grande que hace que no comprendan lo que significa caminar en este mundo con un hijo desaparecido. Seguiremos hablando con las autoridades, a pesar de que nos han defraudado y abonado para perderles la confianza. Aun así, nada nos detendrá. Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan Share This Previous ArticleBoletín de prensa CRAADET No Newer Articles 2 días ago