Tlapa, Guerrero, a 17 de marzo de 2019. Los pueblos Me’phaa, Tu’un savi, Nahuas , Ñomndaa y Afromexicanos del estado de Guerrero confluyeron en el Foro de Consulta a los Pueblos Indígenas y Afromexicanos del estado de Guerrero sobre el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. Un intento por tomar en cuenta a las comunidades que son carcomidas por las tempestades del poder; un ejercicio de consulta que no deja de ser cuestionada no sólo por los contenidos dispersos vertidos sino porque es una consulta a modo, además no se apegaron a los estándares internacionales sobre la consulta. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), por citar un ejemplo, considera que la consulta debe ser adecuada y accesible, esto significa que debe darse en las comunidades y se debe implementar de acuerdo a los usos y costumbres. Muchas personas externaron “que no están siendo tomados en cuenta los pueblos indígenas”.
Rápidamente puntearemos lo que la CoIDH resolvió con una sentencia, Sarayaku vs Ecuador, sobre el derecho a la consulta, que debía tener los siguientes elementos: carácter previo de la consulta; consultas de buena fe; consulta adecuada y accesible; consulta informada y estudios de impacto ambiental. Estos elementos debieron ser tomados en cuenta en el Foro de Consulta que el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) llevó acabo, pero al parecer se realizó a modo sólo para la justificación y legitimación. ¿Cómo se hace una consulta real donde se tomen en cuenta a todas y todos las personas de los pueblos originarios o, mejor dicho, cómo el gobierno federal puede impulsar asambleas comunitarias de consenso en la cual la mayoría de la gente pueda participar desde sus comunidades para decidir el futuro de su propio florecimiento humano y que no se implante la voluntad de la clase hegemónica en el poder, además de que el foro de consulta a los pueblos originarios lleva ya la tendencia de un tipo de desarrollo contrario al pensamiento de los pueblos Me’phaa, Tu’un Savi, Nahuas, Ñomndaa y Afromexicanos en Guerrero?
A pesar de que bajaron más de mil personas de los pueblos originarios de Guerrero, principalmente de la Montaña, no son representativos para una consulta de gran envergadura. Cabe señalar que el estado de Guerrero cuenta con cuatro grupos culturales: el Náhuatl tiene una población de 212 000, con el 40%; 148 000 Ñuu Savi, con un 28%; 116 000 Me’phaa, con el 22% y 47 500 Ñomndaa con 9%, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del 2010.
Sin embargo, lo importante de las tres mesas temáticas sobre bienestar social e igualdad, desarrollo económico incluyente y paz, Estado democrático y de derecho, se hizo un ejercicio de reflexión con al menos una representación mínima de los pueblos originarios. En las tres mesas muchas personas se quejaron de la consulta y dijeron que fue un evento donde las autoridades comunitarias llevaban sus solicitudes.
En la mesa de desarrollo económico incluyente se habló de las economías locales y la competición con el mercado global como dos acepciones de desarrollo que se contrapuntean. Se dijo que se rescatara los saberes y prácticas de los pueblos milenarios para sacar adelante a las comunidades. Por su parte, en la mesa de bienestar social e igualdad, se comentó de los grandes problemas de la región en torno a la soberanía alimentaria, así como la preocupación por la educación que poco importa a las autoridades. Uno de los temas fundamentales fue el acceso a la salud, denunciaron que en el Hospital General de Tlapa, el Hospital de la Madre, el Niño y la Niña no atienden con sensibilidad y con pertinencia cultural, es más, siempre se violenta los derechos humanos de quienes acuden con la esperanza de ser atendidos o atendidas. El servicio a la salud no es de calidad ni es efectiva.
En la mesa, paz, Estado de democrático y de derecho, de la que fuimos testigos y que abordaremos más, se comentó que quienes “nos representan en las diputaciones o senadurías ni si quiera hablan una lengua indígena y se atreven a representarnos”. Dijeron que con la reforma al artículo 27 de la Constitución se pretende privatizar las tierras. Tan es así que para que les den abono se debe entregar el certificado parcelario, de lo contrario, se quedan sin abono.
Francisco Santos, de Ayutla de los Libres, comentó “que en Acapulco, en Chilpancingo, Iguala, Tlapa, Taxco, Chilapa no hay paz, sólo hay muertos. Guerrero está pintado de rojo. Para que haya paz deben dar reconocimiento a los policías comunitarios y, la ley 701 hay que aplicarlo. En los tiempos electorales que se acaben las migajas”.
Josefino Bruno propuso llegar a un congreso para que de esa manera no exista una confrontación con el gobierno federal, “porque no sabemos el miedo que le tienen a la organización superior de los pueblos indígenas. Es necesario una organización regional. Que nos dejen organizarnos porque eso ha sido nuestra forma de resistencia y de vida”.
Por su parte, Saúl Morán, comisario de la comunidad de la Ciénega, municipio de Malinaltepec, criticó que ojalá no sólo nos llamen para que los políticos se tomen la foto para legitimar una consulta meramente de trámite. En la Montaña habitan las tres culturas prehispánicas (Me’phaa, Tu’un Savi y Nuhuas) del estado de Guerrero. “En estas tierras montañosas donde se sufre en carne propia las calamidades de la desigualdad, la exclusión social, la discriminación, el abandono y el arrinconamiento de vivir y morir en la pobreza, pero también es la montaña roja y rebelde, parafraseando al maestro finado Otón Salazar, oriundo de Alcozauca, Guerrero. La miseria y la marginación que viven los pueblos es caldo de cultivo para la protesta y la movilización. Los hombres y mujeres de buen corazón organizados en el Consejo de Comunidades Indígenas de la Montaña hemos aprendidos que agarrados de los brazos y hombros se pueden defender los derechos colectivos, sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales. Nuestro planteamiento: primero, nueva relación del Estado mexicano con los pueblos originarios sustentado en el reconocimiento y respeto a la libre determinación, autonomía y los derechos sociales, económicos, políticos, culturales, lingüísticos y ambientales de los pueblos, derechos estipulados en el convenio 169 de la OIT, la Declaración Universal de los Pueblos Indígenas de la ONU y el artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Segundo, aprobación por el congreso local de Guerrero de la iniciativa de Ley sobre el Reconocimiento de los Derechos de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos presentada por el Consejo de Comunidades Damnificadas del municipio de Malinaltepec a la anterior legislatura, donde establecen los mínimos derechos a la salud, educación, vivienda, alimentación, territorio, ambientales, lingüísticos, seguridad comunitaria. Tercero, anulación a la reforma al artículo cuarto de la Constitución Política del estado de Guerrero presentada por el gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, aprobada fracs track, al vapor, por los diputados de la legislatura anterior, en virtud de que es una reforma atrasada, retrógrada en torno a los derechos de los pueblos originarios de Guerrero”.
No podía faltar el martilleo de las palabras de las mujeres. Flor Martínez aseveró que “es cierto que cuando hablamos de la palabra desarrollo, nos debería dar tristeza porque las mujeres seguimos siendo sin ser escuchadas, seguimos siendo orilladas porque no tenemos ningún respaldo. Cómo podemos hablar de desarrollo cuando nuestra participación es nula. Tal parece que las mujeres debemos estar calladas, sólo se nos utiliza en tiempos electorales. También se nos callaba con el programa de Prospera. Sin las mujeres no puede haber desarrollo en los pueblos originarios.
Alejandra Mentado Basilio, de Zapotitlán Tablas, dijo que muchas veces a las mujeres se les ha sido muy complicado participar en espacios de injerencias, en sus comunidades somos cuestionadas para ocupar un cargo público. Mencionó que ella y otras compañeras están trabajando el tema de violencia hacia las mujeres y están pidiendo el reconocimiento de los derechos de las mujeres.
Por su parte, Erika de origen Tu’un Savi afirmó que el estado de Guerrero es arrastrado por la violencia. En la Montaña hay muchos feminicidios que suceden día con día. Se tiene que en Guerrero 8 mujeres son asesinadas al día, esto no puede seguir así. Se violan los derechos humanos de las mujeres y las autoridades no hacen nada, al contrario, hacen escarnio de ellas. Exigimos a las autoridades que la violencia contra las mujeres pare, ni una más, sentenció en su intervención.
La reflexión fue basta que no podríamos poner la participación de cada persona, sin embargo, fue interesante en tanto se expusieron temas de relevancia desde el contexto local y regional, cada comunidad con su preocupación, con necesidades y planteamientos concretos. Uno de los temas fundamentales que trastoca el pensamiento de quienes son hablantes de una lengua fue el termino indígena, de hecho varios dijeron que debería suprimirse porque es incorrecto, en todo caso sólo serían Me’phaa, Tu’un Savi, Nahuas, Ñomndaa y Afromexicanos. Otros tantos propusieron que debía realizarse un congreso de los pueblos originarios para darle seguimiento no sólo a la discusión de los derechos de los pueblos sino para construir propuestas desde los pueblos con autonomía y autodeterminación. También afirmaron que las consultas deberían extenderse a las comunidades o al menos municipio por municipio para que sean tomados en cuenta de forma real.
Sin duda sigue el poder omnímodo imponiendo su voluntad sin el pensamiento ni la palabra sabia de los pueblos originarios. Se ha tenido que tomar por asalto la palabra como se han tomado las calles para exigir que cesen los asesinados, los secuestros y las desapariciones de personas. Que los señores del poder dejen de enterrar sus colmillos venenosos en la yugular de los pueblos pobres de la Montaña. Son las voces de rabia y rebeldía de los hombres y mujeres hablantes de una lengua quienes cincelan cotidianamente la piedra de este sistema económico capitalista y patriarcal.