En medio de la pesadumbre que nos embarga esta pandemia,
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Basado en predicciones matemáticas, el subsecretario de prevención y promoción de salud, el doctor Hugo López- Gatell, calculó que el momento cumbre de contagio del COVID – 19, será el 6 de mayo. Aclaró que “nos falta una semana para llegar a ese momento cumbre y después empezará a descender, pero si, y solo, nos mantenemos en casa. Esto es importantísimo, porque si empezamos a salir, esta proyección no se va a cumplir y vamos a tener un aumento de contagios”. Informó que la pandemia se concentra en cinco regiones urbanas, Ciudad de México con zona metropolitana; Cancún, Quintana Roo; Villa Hermosa, Tabasco; Tijuana, Baja California, y Sinaloa”. Resaltó que “esto no quiere decir, que no va haber epidemias en el resto del país. Prácticamente en todos los municipios tienen un caso, pero en distintas etapas de la epidemia”.
Por otra parte, remarcó que “en este momento, el ISSSTE y algunos institutos de salud ya no tienen camas disponibles para atender a los afectados por coronavirus”. En la misma conferencia de prensa, del primero de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló que “si bien el pico en la Ciudad de México, será hacia el 6 de mayo, eso no quiere decir que el resto de las ciudades deban confiarse o relajar la disciplina”. Indicó que “la información acerca de las camas es para la tranquilidad de los mexicanos y aseguró que hay previsiones incluso en el supuesto de un desbordamiento, pero ello no ocurrirá”.
El panorama nacional de la pandemia, de acuerdo con la información que dio el doctor López – Gatell este 3 de mayo, hay 23 mil 471 casos confirmados acumulados; 6 mil 933 casos confirmados activos en los últimos 14 días, 2 mil 154 personas fallecidas y 95 mil 839 total de personas estudiadas. Especificó que la Ciudad de México, Baja California y el Estado de México, son las entidades con más decesos. Estimó una media de mil 800 personas que estarán en terapia intensiva en la cima de casos máximos.
En el plano estatal el gobernador Héctor Astudillo informó que “hasta este domingo 3 de mayo del 2020, Guerrero presenta 344 contagios y 52 fallecimientos a causa del COVID -19”. Reitera que “su mayor preocupación del virus se continúe incrementando tan rápido como lo ha hecho hasta ahora”. El panorama de la fase 3 en Guerrero de este domingo reporta 29 municipios con casos sospechosos, 40 municipios vecinos sin contagio, y solo 12 municipios sin contagio y sin vecindad. Es interesante resaltar que los municipios sin contagio se ubican fundamentalmente en la región de la Montaña y la Costa Chica. Acapulco, Chilpancingo y varios municipios de la Zona Centro, así como de la región Norte, Tierra Caliente y Costa Grande cuentan con municipios con casos sospechosos.
En esta misma conferencia el gobernador Héctor Astudillo, comentó “que estamos en la semana más compleja en el mes de mayo. Hay que recordar que se ha planteado que entre el 8 y 10 de mayo, será el punto de quiebre de la pandemia que hemos venido enfrentando. Esto será posible que se pueda disminuir si todos nos quedamos en casa”.
Mientras tanto el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, después de una misa a puerta cerrada pidió a la población “ser disciplinada en las medidas sanitarias y evitar fiestas para evitar contagios del coronavirus”. Puntualizó que “se deben evitar las aglomeraciones porque el pico de la pandemia será entre hoy y el 10 de mayo”. Dijo que, “en poblaciones como Acatlán, Chilapa, ya se cerraron las iglesias, pero la gente sigue realizando fandango afuera por el día de la Cruz, y que en los mercados de Chilpancingo siguen funcionando sin medidas”. Por último, se congratuló de que se haya abierto el hospital de Chilapa para pacientes con COVID-19. Remarcó que espera “que tenga respiradores y no haya muchos ‘clientes’ en el nosocomio”.
Es importante resaltar el llamado que ha hecho el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador y el subsecretario de salud el doctor Hugo López – Gatell, de permanecer en casa y de no confiarnos, para evitar que los contagios sigan en aumento. Esta misma postura ha asumido el gobernador Héctor Astudillo, acompañado siempre del secretario de salud, el doctor Carlos de la Peña, enfatizando que la población se quede en casa, utilizando el hashtag #TómaloEnSerio. Ambos coinciden que en esta semana se vivirán los días más difíciles de la pandemia, por lo mismo, todo el aparato gubernamental debe concentrar sus esfuerzos en invitar y persuadir a la población para que tome las medidas preventivas centradas en la sana distancia y en la permanencia domiciliaria. La apuesta es evitar la propagación del virus, cuya única fórmula es mantenernos aislados. Para que la ola de la pandemia no nos arrastre, nuestro único salvavidas es el confinamiento en casa, observando todas las recomendaciones sanitarias.
La trágica realidad es que la capacidad de atención del sistema de salud pública y privada, se verá rebasada en estos días, como sucedió en varios países que enfrentaron la pandemia, con altos costos de vidas humanas. Quedó demostrado en el mundo que ningún país esta preparado para enfrentar los estragos que está causando el COVID – 19. Se puso al descubierto un modelo de salud que no es capaz de responder con suficiente infraestructura hospitalaria, equipamiento apropiado y personal médico especializado, a una pandemia que ha contagiado a más de 3 millones de personas en el mundo.
Como sucedió en países desarrollados, lamentablemente podrá ocurrir en México, de que una gran cantidad de pacientes con COVID – 19, requerirán hospitalización en camas con respiradores mecánicos y monitores especializados para su atención, y que serán insuficientes. Las autoridades de salud han informado que se cuenta con mil 283 camas de terapia intensiva y, que, ante la emergencia, ha tomado varias medidas para aumentar la capacidad de atención para los pacientes con COVID – 19. Para ello, se han realizado varias compras de ventiladores mecánicos con el gobierno de China, para contar con más de 5 mil ventiladores adicionales, y de este modo ampliar la capacidad de camas disponibles para la atención de los pacientes.
Se ha operado a nivel nacional una propuesta orientada a incrementar el número de camas a través de la reconversión de centros hospitalarios, para estar preparados cuando la curva de la pandemia cobre mayor altura. El escenario nacional no es tan halagador. Se prevé que las mil 283 camas disponibles se verán rebasadas, a pesar de que las autoridades de salud siguen manejando que a la fecha hay 672 hospitales notificantes de COVID – 19, y un 66% de ocupación de camas en la ciudad de México; 53% de ocupación de camas en Baja California; 49% de ocupación de camas en el Estado de México. En cuanto a ocupación de camas con ventilador, se reporta un 59% de ocupación en la ciudad de México; 55% de ocupación en Sinaloa; 44% de ocupación en el Estado de México.
Por su parte, el subsecretario López – Gatell, señaló que es imposible detectar todos los casos, sin embargo, manifestó que si se puede realizar una estimación de la propagación. Aseguró que el Modelo Centinela puede realizar un mejor control de la detección de casos en los laboratorios privados. Además, el sistema registra el 100 por ciento de los pacientes hospitalizados, el 100 por ciento de las defunciones, pero sólo el 10 por ciento de los casos ambulatorios. Afirma que los laboratorios de la Red de Salud, informan en tiempo real los casos positivos de COVID – 19. Lo preocupante es que la vigilancia Centinela seguirá operando, pero no será el instrumento principal en la Fase 3. Ahí está el problema, máxime cuando el mismo subsecretario estima que una media de mil 800 personas estarán en terapia intensiva, en la cima de casos máximos. A pesar de ello, no se deja vencer por el pesimismo porque, pese a las defunciones, manifiesta que “el control de la pandemia va bien”.
La angustia que parece no salir a flote en las conferencias de prensa, por parte de las autoridades federales y estatales, es ir corroborando que la elevación de la curva de la pandemia implica necesariamente un mayor número de camas con ventiladores, que posiblemente no alcancen. Ninguno quisiera llegar a plantear un escenario catastrófico, pero resulta ser imperioso ¿Qué va a pasar con los pacientes que requieran hospitalización, si ya no hay camas disponibles? Ante esta situación extrema ¿cómo se tomarán las decisiones en un contexto de presión y riesgo legal, en el que todas las personas que requieran hospitalización, exigirán la atención para sus familiares? ¿Qué tienen que hacer las autoridades para salvar el mayor número de vidas? Ojalá y no lleguemos a estos extremos, como sucedió en los momentos más críticos con China, Italia, España, Francia y Estados Unidos.
Lamentablemente nuestro sistema de salud no está en condiciones de responder exitosamente a un desafío mayúsculo. Es una prueba de fuego para todos y todas; para el gobierno que tiene la responsabilidad de atender a los pacientes de COVID – 19, y de implementar medidas para contener la avalancha del coronavirus. Como sociedad estamos llamados a actuar con mayor responsabilidad, sobre todo, con la población más vulnerable, que son las mayorías empobrecidas que viven hacinadas en las periferias de las ciudades y en las zonas rurales, careciendo de lo más básico. Estos sectores marginales difícilmente tendrán la posibilidad de acceder a los hospitales especializados para atender pacientes de COVID – 19. Es urgente atender el llamado de las autoridades para guardar la sana distancia y mantenerse en casa. Pero es más urgente que las autoridades atiendan también a una población sumida en la pobreza que lucha diariamente por su sobrevivencia. Cada sector de la sociedad enfrenta de diferente manera los días más difíciles que vivimos en nuestro país. El reto es poner a salvo la vida de todos y todas.
Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan