No olvidemos a quienes desde la infancia cargan el pesado yugo de la discriminación. Su vida al ras de la tierra, pasa desapercibida por nuestra vista.

Padre Miguel Concha

Tu testimonio iluminó nuestro caminar en la Montaña.
A pesar de la lejanía y la pesada soledad de las luchas,
siempre te sentimos a nuestro lado.
Fuiste como un roble: imbatible, frondoso, límpido.
Tu generosidad se esparció por todas las comunidades pobres de Mexico con tu mensaje de justicia y de paz.
Fuiste la lluvia tenue y pertinaz que impregnó la tierra arisca y huraña, donde floreció la espiga de los derechos humanos.

Todo nuestro respeto y admiración

Salir de la versión móvil