Nuestro homenaje a todas las víctimas
de graves violaciones de derechos humanos
durante el período de 1965 a 1990
El pasado 15 de agosto presentamos como comisionados del Mecanismo de Esclarecimiento Histórico (Meh) la colección de nuestro informe titulado Fue el Estado (1965–1990). El Meh forma parte de la Comisión para el acceso a la verdad, el esclarecimiento histórico y el impulso a la justicia de violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990 (Comisión) que fue creada por decreto presidencial el 6 de octubre de 2021.
El objetivo de la reunión, que se realizó en el salón Revolución de la Secretaría de Gobernación (Segob) fue para presentar a los colectivos, familiares y sobrevivientes de estas graves violaciones, los resultados finales de los trabajos de cada uno de los mecanismos que integran la Comisión. El maestro Arturo Medina Padilla, subsecretario de derechos humanos, población y migración presidió la presentación de los 5 informes. En primer lugar, la Comisión Nacional de Búsqueda (Cnb) presentó su programa especial. La Fiscalía especializada en materia de derechos humanos continuó con su informe sobre el impulso a la justicia.
En tercer lugar, 3 comisionados presentamos la colección Fue el Estado, a cargo de David Fernández Dávalos, Carlos Pérez Ricard y Abel Barrera Hernández. En un segundo momento, la comisionada Eugenia Allier Montaño hizo la presentación de la colección Verdades Innegables. Por un México sin impunidad. El comité de impulso a la memoria hizo la presentación de su informe que estuvo a cargo de la Segob y del Archivo General de la Nación (Agn). La ronda de presentaciones se cerró con la Comisión Especial de Atención a Víctimas (Ceav) que informó sobre el programa de reparación integral y compensación.
La participación de los colectivos, familiares y sobrevivientes fue muy nutrida. Hubo diversos cuestionamientos a los cinco mecanismos y al mismo subsecretario. Todos escuchamos con respeto y se dio el tiempo necesario para dar la palabra a quienes levantaban la mano y se apuntaban en la lista de participaciones. Como Meh se nos reclamó que el informe no lo hayamos compartido previamente con los colectivos y sin embargo, si lo hicimos con la prensa. También se cuestionó que nuestro informe fuera concluyente. La recomendación de la disculpa pública no la consideran adecuada porque antes tiene que haber justicia. Hubo también reclamos por incluir en el informe a otro conjunto de víctimas y por no centrarnos en las víctimas de la guerra sucia. Tampoco comparten que se trate de una nueva narrativa.
Por otra parte hubo comentarios de que el Estado debe asumir los resultados del informe del Meh. Que se de imputar la responsabilidad a los perpetradores sin obstáculos ni impunidad. Preguntaron qué va a pasar con el informe del Meh, ya no debe haber más pretextos de la Sedena. Los militares deben de entregar sus archivos para que se investiguen y se lleven a juicio. Plantearon que se atiendan y de continuidad a las recomendaciones. Comentaron que el informe del Meh es bueno pero la Comisión en su conjunto no avanza. Aún no hay respuesta a nuestra pregunta ¿Qué pasó con nuestros desaparecidos? Fue una reunión larga pero muy productiva. Hubo oportunidad para que los representantes de las 5 comisiones respondiéramos a los cuestionamientos de los colectivos. Se aclaró que nuestro informe no es concluyente, es más bien otro paso más dentro de la ardua lucha por la verdad y la justicia. Planteamos que es nuestro mandato el que concluye en septiembre de acuerdo con el decreto presidencial.
Nuestro informe da cuenta de la extensión e intensidad de la violencia ejercida por el Estado Mexicano, de la amplitud del conjunto de personas y actores sociales que fueron víctimas de la política contrainsurgente del estado. Miembros de organizaciones político militares, de disidencias político-partidistas, de movimientos estudiantiles y de movimientos obrero-sindicales fueron blanco de esta violencia por motivos ideológico-políticos. Sin embargo, los hallazgos de esclarecimiento muestran de manera contundente que la represión del Estado no se circunscribió a esos ámbitos. En aquellos años se buscó disciplinar a una variedad de poblaciones en las que el Estado infería semilleros de potenciales disidentes que cuestionarían su hegemonía. La violencia fue mucho más allá. Los medios coercitivos del estado no solo fueron puestos al servicio de sus fines políticos, sino también al servicio y defensa de un modelo de desarrollo económico extractivista, de acumulación de capital y en el que el estado se hacía participe de la economía criminal.
Estas violaciones graves de derechos humanos no constituyeron casos aislados. Fueron violencia que abarcaron dominios más amplios de lo que la sociedad había imaginado. No fueron acciones colaterales. Los vasos comunicantes entre todas esas violencias muestran un tejido imbricado. La construcción del estado posrevolucionario permitió articular una variedad de prácticas violatorias de los derechos humanos contra la población bajo una misma lógica contrainsurgente, que terminó por instrumentalizar y perfeccionar otras violencias que existían incluso en el México anterior a estos años. Una lógica que habilitó un campo de acción muy amplio de impunidad, de excesos y abusos en el uso de la fuerza pública, de corrupción, de ilegalidad, de criminalidad. Un campo de acción que implementó una política contrainsurgente centralizada, pero que concedió un margen de maniobra amplio en su implementación. Los gobernadores se convirtieron en gánster de la política. Usaron las instituciones para perseguir, desaparecer, ejecutar a quienes consideraba sus enemigos. No hubo límites ni contrapesos políticos. Era un poder absoluto que utilizó para destruir cualquier intento de manifestación pública disidente. Las órdenes fueron para detener arbitrariamente, torturar salvajemente, desaparecer impunemente y ejecutar de manera arbitraria.
El viernes 16 a las 11 horas presentamos la colección de nuestro informe Fue el Estado en el auditorio del centro cultural Tlatelolco. Fue muy grata la presencia de colectivos y familiares que se interesaron en escuchar los hallazgos, los datos relacionados con graves violaciones a los derechos humanos, la presentación de algunos casos y las recomendaciones. Nos acompañaron en el presídium Tita Radilla, Alicia de los Ríos, Irma Pineda y Denisse Valverde quienes leyeron pequeños extractos de testimonios de familiares de otras víctimas. Sus voces conmovieron a una audiencia ávida de escuchar los resultados del informe. En varios momentos se corearon consignas y aplaudieron las intervenciones de las compañeras y los comisionados. Fue una comunicación empática, emotiva y muy identificada con las víctimas. Brillo la ausencia de las autoridades que en la víspera de nuestra presentación el subsecretario Arturo manifestó que sería a título personal y no de la Comisión. De antemano se deslindó de nuestros planteamientos y recomendaciones. Anunció que entregará al presidente de la república un informe que abarcará los 5 mecanismos, es decir que nuestro informe completo no lo hará llegar al presidente Andrés Manuel López Obrador. Será lamentable si esto sucede. De nuestra parte dimos cumplimiento cabal con la entrega del informe que se nos encomendó como comisionados. Ahora hemos puesto al público en general los 6 volúmenes de la colección Fue el Estado, para que conozcan sin restricción alguna toda la información que hemos sistematizado de los archivos consultados y de los testimonios levantados.
¿Por qué honramos su memoria? Porque en medio del dolor viven con esperanza. Porque han sabido caminar en la oscuridad y han enfrentado con aplomo la monstruosidad de un estado que se propuso exterminar los sueños de justicia, de quienes hoy honramos. Porque en medio de sus precariedades y agobiados por las enfermedades y pesares, por tantas malas noticias, se funde en ustedes el acero de su lucha imbatible. Siempre con la frente en alto y en búsqueda constante.
Han estado en muchos archivos y en múltiples ocasiones han acudido ante el ministerio público para seguir aportando datos, pruebas testimonios y revisar los avances de la investigación. Con mucho dolor pero con su voz de trueno han emplazado en todo momento a las autoridades, para que se comprometan a dar con el paradero de sus seres queridos y castiguen con severidad los responsables. Llevan 5 décadas renovando cada mañana la esperanza de que habrá una buena noticia. A pesar de la El informe está a disposición de todas las personas, por nuestra parte defenderemos las grandes aportaciones de este trabajo que se hizo con sumo cuidado, respeto y compromiso con compañeros y compañeras que han entregado su vida para el esclarecimiento histórico. También estamos abiertos para conocer y reconocer todas las miradas y perspectivas que suman al gran objetivo que para las familias de personas desaparecidas y ejecutadas es muy claro: encontrar verdad y justicia.
adversidad no son presas del pesimismo, por el contrario, desbordan generosidad y mucho ánimo para seguir luchando
A todos sus familiares caídos honramos su memoria y lo plasmamos en este informe. Nuestro reconocimiento por su lucha incansable y por quienes nos dejaron un legado histórico que ha forjado el presente y ha asentado las bases de un futuro sin más víctimas. Las personas desaparecidas y ejecutadas son la memoria viva de un México combativo y digno.
Las recomendaciones que hemos elaborado es parte de un ejercicio que busca mirar el horizonte con la única finalidad de lograr la transformación de realidades oprobiosas y materializar los objetivos que siguen sin cumplirse, de saber donde están los seres que más aman y que no están a nuestro lado. Este informe se ha robustecido con las voces de centenares de amigos y amigas que forjamos en el camino y que con sus enseñanzas nos han permitido focalizar los problemas estructurales que enfrentan, y a los perpetradores que han causado tanto daño. Pedimos al gobierno federal que acoja este informe y retome las recomendaciones que se elaboraron tomando en cuenta el sentir de los colectivos y sus familiares. Queremos que se haga eco al clamor de justicia que emerge con gran fuerza desde el dolor de las víctimas. ¡Fue el estado!