Las detenciones de ex funcionarios que estuvieron en las investigaciones sobre el caso Ayotzinapa, quienes encubrieron a los responsables de la desaparición de los 43 normalistas el 26 de septiembre de 2014, ocultaron la verdad, sembraron pruebas y torturaron a personas detenidas por el caso. En entrevista, Vidulfo Rosales, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, dijo que las detenciones son un paso importante que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está llevando acabo porque avanza a una ruta de dar un mensaje de que quienes realizaron las investigaciones que ocultaron la verdad y sembraron pruebas; los arquitectos de la “verdad histórica” deben ser castigados. Tienen que avanzar las detenciones de gran calado para que se empiece a romper los pactos de silencio.
Así damos inicio con el programa Tlatoltlapalehuilistli “La Palabra que Ayuda”, dirigido por Tlachinollan, que mientras un nuevo fantasma ronda en el mundo, en uno de los titulares el periódico la Jornada se lee: “Solicita FGR a Interpol colaboración para detener a Tomás Zerón. La nota versa así: “La Fiscalía General de la República solicitó colaboración de la Interpol para la localización y detención de Tomás Zerón de Lucio quien fuera titular de la agencia de investigación criminal, y el comandante de esa misma corporación Carlos Gómez Arrieta, por ser presuntos responsables de actos de tortura en contra de personas detenidas relacionadas con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa” (Castillo: La Jornada, 18 de marzo de 2020; https://bit.ly/3b9kzD6).
Se emitieron varias órdenes de aprehensión contra diversos ex funcionarios que participaron en el caso Iguala, toda vez que se violaron derechos humanos de detenidos torturados. Alrededor de 60 detenidos obtuvieron su libertad en tribunales porque se les violó diversas garantías jurídicas.
En el periódico La Jornada se señala que “ayer fueron detenidos dos elementos de la extinta policía federal acusados de haber torturado a algunos de los detenidos del caso Ayotzinapa. Uno es Isidro Junco Barajas, quien actualmente se desempeñaba como subdirector de control operativo de Dirección de Seguridad de la Cámara de Diputados, fue aprehendido al medio día en San Lázaro. El otro detenido es Ezequiel Peña Cerda, ahora director de área en la Agencia de Investigación Criminal, quien fue aprehendido en las afueras de esta corporación” (Castillo: Ibid).
Estas noticias son las primeras señales de que es posible hacer justicia, sin embargo, sigue siendo insuficiente, pero fundamental. Además, como atisbos de justicia es un buen inicio, pero falta lo más fundamental para las madres y padres de los 43 estudiantes, encontrar a sus hijos más allá de saber la verdad, pero aun cuando fuera sólo saber la verdad, ¿cuándo se sabrá? En 6 meses se cumplen 6 años de que estudiantes de Ayotzinapa fueron desaparecidos y no se sabe que pasó aún, se sigue navegando en una confusión que sólo alarga el dolor, la angustia de las madres y padres de los 43.
Pero Vidulfo Rosales también ha abundado que las búsquedas como un tema que se tiene más consolidado, pero que deben continuar para dar con el paradero de los estudiantes. En el programa de radio Vidulfo habló de romper los pactos de silencio, una vez que se detengan los que urdieron el crimen y la desaparición de los 43 normalistas y quienes ocultaron la verdad. Así que en síntesis las detenciones representan un importante paso para ir esclareciendo el paradero de los normalistas desaparecidos forzadamente.
Por su parte, la ONU anuncia: “Caso Ayotzinapa: la ONU-DH saluda avances encaminados a alcanzar la justicia y la verdad”. La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) considera que las órdenes de aprehensión giradas en contra de cinco exfuncionarios de la ex Procuraduría General de la República (PGR) y un elemento de la Secretaría de la Marina por varios delitos, entre otros tortura, desaparición forzada y contra la administración de justicia, así como la detención de al menos tres de estos, es un avance de la Unidad Especial de la Fiscalía para el Caso Ayotzinapa en la investigación de la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas y de los actos de tortura cometidos durante la investigación oficial de los hechos”, resalta la ONU (ONU-DH: 19 de marzo de 2020; https://bit.ly/392BqWU).
“La ONU reconoce que los esfuerzos del actual gobierno mexicano, liderados por el propio Presidente López Obrador, en particular a través de la Comisión Presidencial para la Verdad y Acceso a la Justica en el caso Ayotzinapa, para continuar con las búsquedas de los estudiantes desaparecidos. Igualmente reconoce el inquebrantable compromiso de las familias y organizaciones acompañantes para impulsar la verdad y la justicia en el caso” (ONU-DH: Ibid).
Como palabras finales. La justicia es como la tortuga, lenta, pero implacable. Esperamos que los avances en las investigaciones en el caso Ayotzinapa se puedan profundizar y que las búsquedas continúen hasta dar con el paradero de los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, en Iguala. Las detenciones realizadas son acciones judiciales que pone un avance innegable en la búsqueda de la verdad y de esclarecer el paradero de los estudiantes. Castigar a los culpables de obstruir las investigaciones y de encubrir un crimen es un paso importante ante un hecho atroz como la desaparición de 43 normalistas. La tortura prolongada e incertidumbre de las madres y padres parece acercarse. Las detenciones y las que faltan se pueda traducir en el esclarecimiento de lo que ocurrió en los ataques de estudiantes en Iguala. Para que el caso sea cerrado y las madres y los padres puedan cerrar un dolor, a casi 66 meses, se debe encontrar a sus hijos con vida que, sin duda, es la mejor forma de resarcir el daño causado durante más de cinco años que llevan desaparecidos sus hijos.
La pobreza y el coronavirus: una crisis socioeconómica en el mundo
Cómo ayer, hoy un fantasma recorre el mundo. Esta vez es un enemigo invisible, dijo Trump, pero como el país rige la vida en el mundo también digo que es una guerra contra el coronavirus y que la van a ganar. Lo que verdaderamente preocupa no sólo es la propagación de la enfermedad que trae el coronavirus y que tiene presencia en 150 países sino lo que se esconde en la cortina de humano del coronavirus. Así, “el Secretario de la Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió el jueves que la epidemia de coronavirus “casi con certeza” producirá una recesión global y que las respuestas aisladas de los países ante la propagación de la enfermedad “no abordan la escala mundial y complejidad de la crisis”. Estamos en una situación sin precedentes y las normas habituales ya no aplican (…) Es casi una certeza que tendremos una recesión mundial, quizás con dimensiones récord”, dijo Guterres (Reuters: La Jornada, 19 de marzo de 2020; https://bit.ly/3bcDgFW).
Muchos países están tomando medidas drásticas ante la propagación del coronavirus, Isrrael, incluso está recurriendo al espionaje a quienes se les detecta que tienen coronavirus. Nueva York está en toque de queda. México se hunde el peso mexicano, mientras hoy Wall Street con un leve repunte tras promesas de Trump, también manda apoyo humanitario. América Latina en una crisis económica y política entre países a raíz del coronavirus. Varios países Latinoamericanos despliegue de militares, igual que Europa, caso Reino Unido. El periódico la Jornada deja ver un titular: Alerta FMI sobre “impacto profundo” en la economía de América Latina. Uno de los países que requerirá de ayuda humanitaria en términos de sistema de salud es Guatemala, El Salvador, Belice y Guyana, los más vulnerables. México supuestamente no es el caso, mientras Argentina, Brasil, Colombia y Perú están sacando fondos emergentes (Villanueva: La Jornada, 19 de marzo de 2020; https://bit.ly/2xMTzLc).
En fin, abundan las notas periodísticas, artículos de opinión en torno a la economía-mundo, los cambios que traerá el coronavirus en su forma esencial; las crisis que dejará un reordenamiento de las economías de los países potencias. La agudización de la pobreza en las comunidades indígenas y sectores de la sociedad más olvidados. Otros consideran que es una guerra biológica. El coronavirus se ha convertido en una cortina de humo que ha escondido la crisis del capitalismo en su fase terminal. Lo cierto es que los gobiernos, caso concreto de México debería de tomar medidas sumamente hábiles para no caer en el abismo de una posible recesión económica anunciada, que es más claro que si porque la economía mexicana depende Wall Street – Estados Unidos.
Sin embargo, aterrizando en Guerrero está confirmado que hay cuatro infectados por el Covid-19, tres en Acapulco y uno en Chilpancingo. Las alarmas y el pánico son más fuertes que una bomba atómica.
El escenario actual por la que atraviesa el mundo, particularmente en México con el coronavirus se mira desalentador. El pánico acrecienta en la población. El coronavirus se propaga a una velocidad abismal al pasar los días. La tensión crea desajustes hasta en la vida cotidiana porque ahora las mujeres que sufren violencia podrían estar más expuestas. Las autoridades pensando en los proyectos de desarrollo como el Tren Maya u otros. Todo se toma sin mucha seriedad. Sin embargo, los hilos de los poderes se están moviendo de tal forma que los ajustes económicos saldrán en beneficio de los países con las mejores economías al final del túnel, pues los desastres suelen ser un buen negocio. Se está haciendo creer que los gobiernos están preocupados por las personas, a través del sistema de salud. Sin duda, el tema de la salud a lo largo de la historia se ha utilizado para conquistar, dominar, someter y controlar a pueblos enteros. No es que sea mentira, pero es un virus que en las recomendaciones sanitarias resalta el reposo, tomar paracetamol, lavarse las manos, no tocar cualquier cosa porque el virus se puede contagiar de diferentes formas, etcétera; la gente no debería morir. Aunado a lo expuesto están las compras de pánico, bueno, eso sí habría que comprar todo lo que se pueda en los supermercados. Las especulaciones financieras bajan y suben. Los más perjudicados son pueblos y sectores sociales más desprotegido porque la guerra es de los imperios y de la clase rica del mundo. Súmese el confinamiento, el encierro, que no es más que disciplinar y controlar los cuerpos socialmente.
En tanto eso sucede a nivel nacional y a escala mundial, en la Montaña de Guerrero en los últimos días ha habido 8 asesinatos, la violencia contra las mujeres no cesa y las comunidades que no cuentan con centros de salud al desamparo, preparándose a lo que pueda llegar. ¿Qué están haciendo los gobiernos? Proponiendo recomendaciones para evitar el coronavirus, que es bueno y necesario, pero no toma en cuenta más allá de sus narices, en una contingencia de esta naturaleza, donde ni siquiera se cuenta con la infraestructura en el sistema de salud, caso la Montaña de Guerrero. Tlachinollan ha documentado 7 muertes maternas de 2017 a 2020; las mujeres mueren en los hospitales de Tlapa. Más allá, también, se tiene la preocupación de la pobreza y el olvido en la que los gobiernos tienen sumida a las comunidades indígenas de la Montaña. ¿Qué hacer?