Pronunciamiento por una procuración y administración de justicia, apegada a derecho para Melani
Las abajo firmantes, académicas de la Universidad Autónoma de Guerrero, exigimos que la jueza Evelina Ramírez Venegas, se conduzca con objetividad e imparcialidad para resolver el feminicidio de Melani en la audiencia final de este lunes 2 de diciembre de 2024. Es importante que tome en cuenta los ciclos de violencia que sufrió Melani, la asimetría de poder que prevaleció con su esposo José Luis Martínez N, dejándola en total indefensión, y considere los estándares internaciones sobre la protección de las mujeres contra la violencia.
En un contexto de alta violencia contra las mujeres en el estado de Guerrero, la jueza tiene la oportunidad para que el caso de Melani no quede en la impunidad y no se sigan repitiendo estos crímenes. Es necesario que desde las instancias de impartición de justicia quede claro el mensaje de castigo ejemplar a los feminicidas para que la entidad realmente se convierta en un santuario para las mujeres libres de violencia.
De acuerdo con el registro del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) de enero a octubre de 2024 hubo 20 feminicidios de 180 asesinatos de mujeres. El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan de septiembre de 2023 a agosto de 2024 contabilizó 15 feminicidios. Más allá de la falta de estadísticas cercanas a la realidad, la ola de la violencia contra las mujeres sigue imparable.
Es paradigmático el caso de Melani, una mujer de 25 años originaria de Hermosillo, Sonora. Su sueño era ser ingeniera en minas. En el año 2015 estaba estudiando el primer año de la carrera y en ese tiempo conoció a José Luis Martínez N, piloto aviador de la fuerza aérea, con grado de teniente. Al siguiente año decidió casarse con él. Ahí sus sueños propios terminaron al lado del hombre que amaba.
Por el trabajo de José Luis Martínez se mudaron al puerto de Acapulco, rentaban un departamento en la unidad habitacional Canta Luna en la Colonia el Pedregoso. Después de unos meses Melani empezó a padecer la violencia machista. A menudo la humillaba, diciéndole que era ignorante porque no había estudiado, la insultaba y culpaba de que le había arruinado la vida. Se dedicó al cuidado de la casa y a procurar a su esposo y en seguida tuvo un niño. Ella creyó que el pequeño consolidaría su matrimonio, pero lamentablemente a medida que pasaba el tiempo José Luis fue cambiando, cada vez se volvía un hombre machista, posesivo, controlador, narcisista y violento. De los insultos y humillaciones pasó a las agresiones físicas. Varias veces la golpeó estando embarazada, al grado que tuvo que recibir atención médica en el hospital de la base aérea de Acapulco.
La madrugada del 28 de noviembre del año 2017, Melani se encontraba con su esposo, José Luis Martínez, en la recámara principal del segundo piso del departamento cuando la empezó a maltratar. La discusión subió de tono y empezó a golpearla. En un momento la tomó de los cabellos y la azotó contra la puerta, después la tiró al piso, ahorcándola con ambas manos hasta provocarle ruptura del hueso hioides y asfixia, privándola de la vida. José Luis Martínez la llevó a las escaleras que dan al primer piso, dejando el cuerpo en los escalones para simular una caída accidental, horas más tarde pidió ayuda. Cuando los médicos revisaron el cuerpo presentaba rigidez por varias horas de muerta.
José Luis trató de borrar toda evidencia que lo incriminara. Impidió que las autoridades ingresaran a la escena del crimen para realizar las investigaciones, rápidamente llevó el cuerpo a una funeraria para que fuera incinerado y le dijo a los papás que procedería de esta forma porque fue la última voluntad de Melani, pero ellos se negaron y dijeron que las autoridades investigaran. Contrató a un médico particular para que elaborara un certificado médico a modo en el que dice que murió por causas naturales. Extrañamente José Luis no estuvo en el sepelio de Melani.
El esposo, José Luis Martínez, se quedó con el niño, impidiendo que los papás de la víctima convivan con su nieto. Cuando iniciaba la investigación, les condicionó la convivencia, a cambio de que desistieran de las denuncias.
En el año 2023 José Luis Martínez fue detenido y procesado. El 12 de abril del 2024 dio inicio el juicio oral en el Juzgado de enjuiciamiento penal de Acapulco, a cargo de la Licenciada Evelina Ramírez Venegas. La actuación de la jueza ha sido sumamente parcial, favoreciendo al feminicida. En audiencia maltrató al padre de Melani cuando rindió declaración como testigo, y una perito que rindió declaración y hablaba del ciclo de violencia que vivió Melani fue interrogada por la defensa preguntando si era feminista con el fin de destruirla. La jueza ha permitido una serie de irregularidades en el proceso.
En este sentido, hacemos un llamado a la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, y al poder judicial del Tribunal Superior de Justicia de Guerrero, para que estén atentos al proceso y garanticen la procuración y administración de justicia en el caso de Melani.
En un caso tan delicado, la jueza debe resolver con perspectiva de género y ser empática con la situación de violencia que vive la mujer, en lugar de favorecer a los feminicidas. Es deber de los Jueces y autoridades remover las barreras estructurales que enfrentan las mujeres para acceder a la justicia. El machismo arraigado, y un sistema patriarcal que prevalece en nuestro país, hace que conductas feminicidas como las de José Luis Martínez, representa una relación asimétrica, y que no se castiguen y quede en la impunidad, dan un mensaje de permisibilidad a los perpetradores, aumentando la violencia contra la mujer.
Atentamente
Maribel Nicasio González Escuela Superior de Antropología Social
Claudia Rangel Lozano Centro de Investigación y Posgrado en Estudios Socioterritoriales
Judith Solís Téllez Facultad de Filosofía y Letras
Rosa María Gómez Saavedra Instituto Internacional de Estudios Avanzados
Eugenia Flores Alfaro Facultad de Ciencias Químicas y Biológicas