Nuestro reconocimiento a todos los trabajadores y trabajadoras de Radio Uagro, por su persistencia y su compromiso de darle voz a la población que lucha contra el poder caciquil. Su cercanía con la gente que sufre le imprimió un sello distintivo, como una radio libre e independiente.
El 4 de mayo de 1982, el Consejo Universitario de la UAG, acordó la salida al aire de Radio Universidad Pueblo, como se le conoció en un principio, y empezó a transmitir desde Chilpancingo, en Amplitud Modulada(AM) en la frecuencia de 880 Khz.
Como bien lo señaló el viernes pasado José Enrique González Ruiz, entonces rector de la UAG, durante los festejos por los 40 años de la emisora universitaria, se hicieron todos los trámites correspondientes ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes(SCT), pero nunca se otorgó.
La fundación de Radio UAG, como se le conoce hoy, fue apoyada por los universitarios y el pueblo de Guerrero, convirtiéndola en una de las demandas centrales.
Sin embargo, a las pocas semanas de haber iniciado transmisiones la emisora universitaria, el gobierno federal implementó una interferencia pirata, haciendo imposible que sus transmisiones llegaran a los hogares de los universitarios y del pueblo de Guerrero.
El entonces director de la radio universitaria, Luis del Toro y Nájera, y un equipo de universitarios, partieron de que si una interferencia pirata estaba siendo utilizada para impedir la señal de la radio, pues entonces se debería dar una respuesta en los mismos términos, dando paso a la “Operación Bucanero”.
La “Operación Bucanero”, consistía en instalar un pequeño transmisor de 100 watts, para romper la interferencia pirata, y así se implementó durante varias semanas, hasta que los ingenieros de la SCT, también colocaron otro transmisor para continuar interfiriendo la señal de Radio Universidad.
Ante esta situación se decide llevar la “Operación Bucanero” a otros planteles de la UAG, y es así donde en un primer punto llegó a Acapulco, a la escuela de Ciencias Sociales, en septiembre de 1982, dando voz a las escuelas universitarias, y al entonces combativo Consejo General de Colonias Populares de Acapulco.
Pronto llegaron las amenazas, y la interferencia Acapulco; ya los acapulqueños se habían acostumbrado a escuchar la radio universitaria, pero se tenía que continuar, y fue así como se decidió trasladar el equipo hasta las instalaciones de la Preparatoria 8, ubicada en Ciudad Altamirano.
Allá también se contó con el apoyo de la población; se conocieron por primera vez las luchas de diversos sectores de la Tierra Caliente, como los productores de melón, mezcal y de maíz.
También los ciudadanos se acostumbraron a la línea editorial, por decirlo de alguna manera, de la Radio UAG, porque nunca habían tenido acceso a los micrófonos de las radios aledañas, y ahora tenían la oportunidad de hacerlo.
Lamentablemente después de un mes de estar en Ciudad Altamirano, resurgieron las amenazas, por lo que se dan las indicaciones de trasladar la emisora al municipio de Taxco de Alarcón.
Allí de inmediato los mineros de la Sección 17, que se encontraban en huelga, de inmediato se “apoderan” de la radio, para difundir el contenido de su pliego petitorio, durante un mes; el resultado fue que los mineros ganaron el movimiento, logrando un buen incremento en salarios y prestaciones.
En Taxco ya no hubo interferencia ni amenazas, por lo que se optó regresar a Chilpancingo, y reiniciar las transmisiones, y a la par se llevó a cabo una huelga de hambre en la Ciudad de México, en demanda del permiso para Radio UAG; la huelga fue todo un éxito, y se sumaron en apoyo periodistas, intelectuales y organizaciones sociales.
Radio Universidad Pueblo, transmitió sin problemas todo el año 1983, pero en 1984 nuevamente, ahora desde la Secretaría de Educación Pública, su titular Jesús Reyes Heroles, implementó una campaña de desprestigio en contra de la UAG.
De inicio retuvo el salario de sus trabajadores durante todo el año de 1984, y advirtió que no se pagarían los salarios hasta que cerrara Radio UAG, y también dejaran de funcionar los bufetes jurídicos gratuitos; el comedor universitario, las casas del estudiante, y también las preparatorias.
Pese a las marchas de protesta, al apoyo popular, finalmente el Consejo Universitario, cedió a parte de las demandas, entre ellas el cierre de Radio UAG, lo que ocurrió el 15 de enero de 1985.
Con la llegada al gobierno estatal de José Francisco Ruiz Massie, los universitarios, y el Colectivo de Radio UAG, vieron la posibilidad de reabrir la emisora universitaria, y un día 7 de junio 1988, siendo rector de la UAG, el ingeniero Ramón Reyes Carreto, nuevamente reinicio transmisiones ahora con el nombre de Radio Universidad Autónoma de Guerrero. Sobra decir que es la única emisora que da voz de manera libre, y sin condiciones a todos los sectores de la sociedad; a todos los partidos políticos; y sobre todo a las organizaciones sociales.
Un ejemplo, el 26 de septiembre de 2014, los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, se comunicaron por la noche a Radio UAG, para denunciar la represión de que estaban siendo objeto por el Estado Mexicano; y así se ha estado en todas las luchas sociales, se podría decir que no ha habido un solo acontecimiento de importancia, en donde no haya participado la radio, de ahí que ha ganado el apoyo y simpatía de los radioescuchas en los últimos 40 años. Además, ha abordado diferentes problemáticas de las 7 regiones de Guerrero, especialmente a los movimientos sociales, campesinos e indígenas.
La última vez que entraron a las instalaciones de la Radio UAG fue el 23 de febrero de 2022, representantes del Instituto Federal de Telecomunicaciones, escoltados por la Guardia Nacional. Querían llevarse el equipo de transmisión, pero la gente protestó y no pudieron llevarse nada porque sigue siendo la radio de los pueblos. La gente sabe que no solo atenta contra la autonomía universitaria, sino contra la libre expresión.