Opinión Un poder inescrutable Toda nuestra solidaridad con la familia de Enrique Hinterholzen. Es inadmisible que impere la violencia en nuestro estado y que le ley la imponga el crimen organizado. La noticia de la reunión con el presidente de la República llegó a través de Alejando Encinas. Previamente había acordado con las organizaciones que acompañamos a las madres y padres de los 43, que tendríamos una reunión el 19 de septiembre para conocer el informe, que en próximos días dará a conocer. El plan de actividades de las mamás y papás tuvo que ajustarse para asistir a la reunión con Andrés Manuel López Obrador el día 20 a las 11 horas en Palacio Nacional. El contingente de aproximadamente 40 personas subió al autobús ubicado a unos metros de las instalaciones del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez. En el ambiente prevalecía el silencio, la incertidumbre y los temores de que el presidente no atendiera el planteamiento central de las madres y padres: que el Ejército entregue toda la información que recabó el Centro Regional de Fusión de Inteligencia (CRFI) en Iguala, durante los días 26 y 27 de septiembre de 2014. Justo a las 11 horas el autobús se estacionaba a un costado del Palacio Nacional. Las madres y padres se formaron para dar su nombre, que era cotejado en las hojas de registro por el personal de Presidencia, para dar acceso al recinto. En el interior se encontraban las mesas de registro donde recababan las firmas de los asistentes. Nuevamente se formaron dos filas para ser acompañados hasta el salón Tesorería, donde acostumbra a dar sus conferencias de prensa el presidente Andrés Manuel. En el lugar ya se encontraba instalada una gran mesa rectangular cubierta con tela color guinda. En cada lugar estaba una hoja de la Presidencia con el orden del día y una botella de agua. Algunos padres y madres se ubicaron cerca del lugar donde se sentaría el presidente, sin embargo, la mayoría se distribuyó a lo largo de las mesas ubicadas en el lado izquierdo del presídium. Otras mamás se sentaron al fondo, donde estaba la hilera de sillas ubicadas en el otro extremo de la mesa. Todas colgaron las fotografías de sus hijos en el filo de la mesa para hacer visibles los rostros. En el salón había cerca de 60 personas. En la fila del lado derecho del presídium se encontraban algunos funcionarios federales de la Segob, del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), de la titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), entre otras. También estuvieron presentes dos representantes de la oficina de la ONU-DH en México. En el presídium se encontraba del lado derecho la secretaria Seguridad y Protección Ciudadana Rosa Isela Rodríguez, el Fiscal especial para el caso Ayotzinapa Rosendo Gómez Piedra, del lado izquierdo el subsecretario Alejandro Encinas y la secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde Luján. Sólo Alejandro Encinas se acercó a las madres y padres para saludarles, los demás funcionarios permanecieron en sus asientos. El presidente Andrés Manuel entró minutos más tarde acompañado sólo por la secretaria de Gobernación, el gran ausente fue el secretario de la Defensa Nacional (Sedena) general Luis Cresencio Sandoval González. El presidente dirigió un saludo a todos los presentes sin acercarse a las mamás y papás que se encontraban cerca del presídium. Inició la reunión con la intervención del subsecretario Alejandro Encinas quien hizo una síntesis del segundo informe que presentará en los próximos días como presidente de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa. Continuó el fiscal especial Rosendo Gómez, que abundó en cifras sobre todas las actuaciones que ha realizado durante los 11 meses que ha estado al frente de esta responsabilidad. Después de las dos intervenciones participó una mamá y dos papás de los 43 estudiantes desaparecidos. Agradecieron al presidente la invitación que les hizo para realizar esta reunión. Le reiteraron que llevan 9 años buscando a sus hijos, para ellas y ellos han sido 9 años de sufrimiento, de dolor, de mucha desesperación por no saber nada de ellos. Lo que les mueve es el amor a sus hijos, por eso están aquí y no han descansado ni dejado de luchar hasta dar con su paradero. Los tres le plantearon que solicite al Ejército que entregue todos los documentos que se elaboraron en el Centro Regional de Fusión de Inteligencia (CRFI). Reiteraron que hace falta información. Comentaron que hay varios documentos que el mismo GIEI solicitó, pero no obtuvo una respuesta positiva. Como madres y padres quieren saber qué pasó con esos documentos, les interesa saber qué contienen. Manifestaron que el Ejército no ha tenido voluntad para entregar toda la documentación que está en su poder. Retomaron lo que el mismo presidente ha dicho en otros momentos, que el Ejército no se debilita, sino más bien se fortalece si actúa con transparencia, si no oculta nada y habla con la verdad. Le recordaron que el Ejército infiltró a los estudiantes de la Normal, que hubo agentes de inteligencia militar que dieron seguimiento a sus hijos desde su arribo a Iguala, intervino comunicaciones a los miembros del grupo delictivo Guerreros Unidos y la policía de Iguala que enviaron un reporte de que se estaban llevando a 17de sus hijos. Toda esta información que se hizo pública en los informes del GIEI da cuenta del rol que desempeñó el Ejército en la desaparición de los 43 estudiantes. Uno de los papás remarcó “usted está del lado de las víctimas no de quienes no dicen la verdad”. Por eso urgió que el Ejército entregue la información lo más pronto posible. A modo de colofón el papá cerró: “No somos sus enemigos. No estamos contra su gobierno. No nos interesa la política. Lo que nos interesa es saber dónde están nuestros hijos”. El presidente Andrés Manuel inició su intervención diciendo: “estas reuniones ayudan a entendernos mejor”. Explicó que su agenda está muy complicada por la multiplicidad de asuntos que tiene que atender, por eso no había sido posible reunirse con ellos. Definió que el caso de los 43 estudiantes desaparecidos es un asunto profundamente humano. Reiteró que sigue en pie su compromiso. Lo que más importa es saber el paradero de los jóvenes. Comentó que tienen ya una idea de lo que pasó pero que van a seguir profundizando. No van a ocultar nada. Con respecto al Ejército dijo que ya entregó toda la información. Que no es cierto de que el Ejército es responsable de no entregar la información. Aclaró que no encubre a nadie. Recordó que dio la orden al secretario de la Defensa Nacional para que se detuviera a los militares acusados. Volvió a insistir que no faltan documentos, que la Sedena ya entregó todo. Expresó toda su confianza en el fiscal especial. Le ha pedido que urge actuar. Sabe que los papás no confían en el fiscal pero él sí confía. Le pidió a la secretaria de Seguridad y a la secretaria de Gobernación que lo apoyen. Resaltó que no hay gobierno que tenga un procurador y dos generales en la cárcel. Al inicio de su intervención una madre de familia fue hasta su lugar para entregarle un documento firmado por todos los papás y mamás donde le expresan su agradecimiento por la apertura de los archivos militares. Esta decisión permitió que el GIEI encontrara varios documentos relacionados con la desaparición de los 43 jóvenes y de su posible paradero. Ante estos hallazgos importantes pero que están incompletos solicitan que el Ejército entregue varios documentos que describen en una tabla donde viene la fecha del documento, el folio del CRFI y el estatus de entregado o no entregado. Son varios folios que no fueron entregados al GIEI y que ahora las madres y padres lo piden de viva voz al presidente de la República. Después de leer parte de su contenido el presidente comentó que iba a mandar el escrito al Ejército para que le digan si hay alguna información adicional. En ese momento se comprometió que al día siguiente o en dos días tendría la respuesta y se las haría llegar a los papás por escrito. Después de varias intervenciones de los papás y de los abogados del centro Pro y Tlachinollan, el presidente instruyó a los funcionarios y funcionarias que estaban acompañándole para que se reúnan con los papás y mamás el lunes 25 a las 5 de la tarde, en Palacio Nacional. Se trata de dar a conocer la información que envíe la Sedena al presidente de la República. El Ejecutivo federal finalizó diciendo, “espero que tengan buenos resultados. Lo difícil lo resolvemos y lo imposible lo inventamos”. Después de 2 horas con 40 minutos el presidente dio por terminada la reunión. No hubo una despedida cálida. Se retiró con el acompañamiento de la secretaria Luisa María. De nueva cuenta el subsecretario Encinas se acercó a las mamás y papás para despedirse. A todos les entregó un paquete que contiene el segundo informe con sus anexos, que presentará en el transcurso de la semana. En la salida de palacio se respiró la frialdad y el distanciamiento que sienten las mamás y papás con el presidente AMLO. Apesadumbrados por el comentario que hizo el presidente de que el Ejército ya entregó toda la información, temen que este lunes no lleguen los folios que no fueron entregados al GIEI. La luz que se encendió con los seis informes del GIEI parece difuminarse si el Ejército se mantiene como un poder inescrutable. Share This Previous ArticleEncontrar la verdad con la esperanza Next ArticleLa información de los 43 entre las redes del Centro Nacional de Inteligencia 25 septiembre, 2023